R. VALLE

El Ayuntamiento de Gijón instará al Gobierno del Principado de Asturias a modificar la actual legislación para aumentar de 16 a 18 años la edad legal permitida para comprar alcohol, como paso previo al desarrollo de una ordenanza municipal contra el botellón. Esta petición, que se integraba en el programa electoral de FAC a las municipales gijonesas, se hará llegar directamente esta mañana al director general de Salud Pública del Principado de Asturias, Alberto León, que tiene programada una reunión de trabajo en la Casa Consistorial gijonesa con la alcaldesa, Carmen Moriyón, y los ediles de Seguridad Ciudadana y Bienestar Social, Rafael Felgueroso y Eva María Illán, respectivamente. También asistirá al encuentro Sergio Fernández Valle en calidad de asesor en materia de Seguridad Ciudadana.

Precisamente fue Felgueroso quien ayer, y como adelanto a esta reunión, reivindicaba la trascendencia de este cambio normativo para poder desarrollar con mayores garantías una ordenanza para la convivencia ciudadana «que ordene el botellón y otros asuntos. Pero hay que hacer las cosas desde la base para que sepamos luego a qué normativa nos tenemos que acoger». El edil de Seguridad Ciudadana recordó que Asturias es la única comunidad española donde la venta de alcohol está permitida a personas menores de 18 años. Sin un cambio a nivel autonómico de este premisa podrían quedar cojas las iniciativas que el Ayuntamiento gestione a nivel local para intentar limitar los efectos negativos de esta moda de consumo público y masivo de alcohol en las calles por parte de grupos de jóvenes.

El desarrollo de esta denominada ordenanza antibotellón es uno de los compromisos que el gobierno de Carmen Moriyón adquirió con colectivos vecinales de la zona centro para su puesta en marcha en cuanto termine este mes de agosto. Ahora mismo se estudian las ordenanzas de otras ciudades. Las quejas por ruidos, suciedad y vandalismo en las zonas de movida ha movilizado a vecinos y comerciantes que exigen, cuanto antes, una solución a sus problemas. En los últimos meses el problema se ha centrado en el entorno del centro comercial de San Agustín, aunque el Náutico, Marqués de San Esteban o la propia plaza Mayor son espacios habituales de encuentro para quienes optan por beber en la calle.