R. GARCÍA

Más de doscientos estudiantes de diferentes facultades de la Universidad de Oviedo acaban de denunciar en el Juzgado de guardia de Gijón a la propietaria de una agencia de viajes situada en la plaza Romualdo Alvargonzález, a la que acusan de estafarles más de 200.000 euros. Los universitarios, que tenían ya pagados varios viajes a la Riviera Maya, aseguran que la presunta estafadora no ha pagado los vuelos ni los hoteles.

Los primeros afectados en dar la voz de alarma fueron los estudiantes de Peritos, que tenían previsto volar hacia la Riviera Maya en la mañana de hoy. Los estudiantes recibieron en la madrugada de ayer un correo electrónico en el que el abogado de la agencia San Lorenzo les informaba de la imposibilidad de realizar el viaje: «La agencia ha quebrado por diversos motivos económicos, principalmente varios embargos imprevistos por parte de Hacienda y la Seguridad Social». El letrado aseguraba entonces que el primer objetivo de la dueña de la empresa era «la devolución de las cantidades que habéis abonado». «Lamentando profundamente la situación creada, te reitero que una vez estudiada la situación procederemos a solventar el problema», concluía el abogado. La lista de afectados incluye los nombres de más de doscientos estudiantes de las facultades de Administración y Dirección de Empresas, Peritos, Medicina y Psicología.

Los estudiantes aseguran que la estafa viene de lejos. «Hace unos meses que la mayorista con la que operaba la expulsó y nos acabamos de enterar; ahora los contratos que firmamos ya no valen para nada porque la agencia no está detrás», asegura una de las estudiantes afectadas, Cristina García. El pasado martes algunos universitarios acudieron a la agencia para pagar los seguros que debían. Pocas horas más tarde el contacto con la dueña de la agencia se convirtió en imposible. «La mayorista nos dio la dirección de casa de ella y fuimos hasta allí, pero nos dijo que no podía hacer nada, que los que habían estafado eran los de la mayorista».

Los estudiantes de Peritos acudirán hoy, a las cinco de la madrugada, al lugar indicado de salida del autobús para «que luego no nos diga que no hemos querido ir», asegura un estudiante afectado. La demanda colectiva de estos universitarios, que ya han buscado asesoramiento legal en personas cercanas, podría interponerse en los próximos días.