Luján PALACIOS

Iván Álvarez Raja, secretario de organización del PSOE de Gijón y ex concejal de Festejos, se declaró ayer inocente de los cargos de supuestos malos tratos en el ámbito familiar que pesan sobre él, tras una denuncia formulada por su ex mujer, Irene Mier, también militante socialista de amplia trayectoria y miembro del comité autonómico del PSOE.

El caso quedó ayer visto para sentencia tras la celebración del juicio, en el que Mier se ratificó en que su ex marido la empujó contra el marco de una puerta causándole un hematoma por el que fue atendida en el centro de salud de La Camocha. Por estos hechos el ministerio fiscal pide once meses de cárcel para Iván Raja y una orden de dos años de alejamiento, mientras que la acusación particular ejercida por su ex esposa pide 30 meses de prisión y una orden de alejamiento por cuatro años. La defensa pide la libre absolución.

Los hechos se remontan a la pasada noche de Reyes, en pleno proceso de separación de la pareja, y tal como relató Irene Mier, tras una disputa porque ella había cambiado las cerraduras de la casa que ambos compartían junto a su hija, de 3 años, a la que Raja acudió a buscar para llevarla a la Cabalgata.

Según la versión de Mier, Iván Álvarez Raja irrumpió «muy enfadado y de forma violenta» en el domicilio exigiéndole que le entregara las llaves de la casa. Como no las encontró, según su relato, se puso a rebuscar en su bolso. «Mi dirigí a él para pedirle que dejara mi bolso, y entonces, sin soltarlo, me dio un empujón hacia atrás y me empotró contra la puerta», relató la mujer. El golpe contra el marco le ocasionó un hematoma en la zona sacra de la espalda, como recoge el parte médico.

Álvarez Raja negó ayer que hubiera habido contacto físico, aunque sí reconoció su «malestar» por el hecho de que ella hubiera cambiado las llaves de la casa que estaba pendiente de venderse dentro del proceso de separación. Asimismo, Raja indicó que le había pedido también la documentación del coche que compartían, pero en ningún caso reconoció estar «especialmente agresivo». «Me gustaría que se aclarase de dónde salió el hematoma del parte médico, porque no hubo contacto físico nunca», sostuvo el ex edil. Además, expresó su intención de denunciar a su vez a su ex mujer por denuncia falsa.

Álvarez Raja asumió ante la jueza haber realizado varias pintadas en el dormitorio y un pasillo del domicilio, en las que, como indicó Irene Mier, «me coaccionaba diciéndome que me arrepentiría por el daño que le estaba haciendo». «Las pintadas forman parte de nuestro recorrido vital, hicimos muchas juntos antes», sostuvo Álvarez Raja.

Las pintadas se produjeron después de que el secretario de organización del PSOE encontrara en el ordenador de su mujer correos supuestamente comprometedores que revelaban una relación amorosa entre Mier y un compañero de trabajo. Según relataron los dos, Álvarez Raja llamó a sus suegros y su cuñada para dejar en evidencia a su entonces mujer. Tras este episodio, y a pesar de que el hombre abandonó el domicilio conyugal, siguió entrando en él con sus llaves.

Por este motivo, y porque «me sentía amenazada», Irene Mier cambió las cerraduras. Un hecho que supuestamente desencadenó la disputa.