C. JIMÉNEZ

El grupo I3G, centrado en la investigación e innovación en ingeniería gráfica y que ha hecho de la formación y la práctica del diseño industrial una herramienta metodológica en la Universidad de Oviedo, demandó ayer públicamente su incorporación al proyecto Campus de Excelencia Internacional que lidera la institución académica, en la que están integrados ya diferentes investigadores. La propuesta llegó en la inauguración de la tercera edición del máster en gestión del diseño industrial. Sus directores, Ramón Gallego y Javier Suárez Quirós, son también dos de los impulsores de I3G.

Si bien en los últimos años este grupo de profesores y profesionales del diseño industrial han hecho suya una metodología de trabajo que pretende trasladar a la sociedad la importancia de un buen diseño, ahora quieren enriquecer con su ideario el proyecto Campus de Excelencia Internacional de la Universidad. «El máster es el primer eslabón de la red que estamos creando en Asturias para empujar el tejido industrial», subrayó Suárez Quirós. Esa organización incluye la colaboración de Universidad, centros tecnológicos, empresas y consumidores. Además, próximamente darán a conocer un documento donde se detallan las claves del diseño en la región y donde se traza el camino a seguir para lograr la interrelación de los diferentes agentes. Ligado a esta misma iniciativa se encuentra también la edición de la primera revista científica de esta temática, cuyo primer número estará vinculado a la próxima celebración en el Principado de un congreso internacional sobre esta misma disciplina. «Queremos que la gente deje de ser pasiva en el diseño, parece que nos conformamos con que las cosas estén mal diseñadas», aseguró Suárez Quirós. Para lograr «que la gente demande un buen diseño», el máster en gestión del diseño industrial formará en su tercera edición a doce profesionales de esta disciplina, con la novedad de que se desarrollará en un año y no dos, como hasta ahora, y con la Universidad de Stanford como referente ¿El objetivo? Aportar las claves necesarias para que los alumnos aprendan a resolver problemas complejos, porque, tal como explicó el profesor Suárez Quirós, «en tiempos de desolación hay que ser flexible y saber adaptarse a las nuevas necesidades».