Agentes de la Policía Local y efectivos de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a cuatro jóvenes bajo la acusación de ser los presuntos autores de agredir a dos hermanos. Uno de los heridos tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario de Asturias, dada la gravedad de sus lesiones, informó ayer un portavoz de la Comisaría de Policía de Gijón. Las citadas fuentes policiales no facilitaron la identidad ni las edades ni de los heridos ni de sus presuntos agresores ahora detenidos.

Los hechos tuvieron lugar, según el relato policial, hacia las cinco de la madrugada del domingo, en el cruce de las calles de Felipe Menéndez con la del Marqués de San Esteban, en el barrio del Carmen.

De las primeras investigaciones policiales se desprende que los dos hermanos fueron abordados por varios jóvenes, a quienes no conocían, quienes, sin esgrimir armas de ningún tipo, la emprendieron a golpes con ellos. Los dos hermanos recibieron golpes por todo el cuerpo.

Según los funcionarios policiales que están encargados del caso, y a partir de los primeros testimonios que recabaron, la discusión en plena calle se inició a causa de una bicicleta, propiedad de uno de los presuntos agresores, que estaba candada en las proximidades de donde ocurrieron los hechos. Parece ser que los dos hermanos miraban con curiosidad la bicicleta y ése fue el origen de la discusión.

Tras percatarse la Policía de que la trifulca había terminado con dos personas heridas de consideración, agentes adscritos al dispositivo preventivo de los fines de semana solicitaron rápidamente asistencia sanitaria para los dos heridos, quienes primeramente fueron atendidos en el mismo lugar de los hechos y, luego, trasladados al Hospital de Cabueñes. En el centro sanitario gijonés se dispuso derivar al herido más grave al Hospital Universitario de Asturias, en Oviedo.

Al tiempo que se atendía a los dos hermanos heridos, integrantes tanto del Cuerpo Nacional de Policía como de la Policía Local comenzaron a rastrear las zonas próximas al lugar de la agresión, con el fin de arrestar a los autores de la paliza, quienes habían huido del lugar del enfrentamiento, «conscientes de la entidad de los daños ocasionados», explicó un portavoz de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.

Minutos después, fueron agentes de la Policía Local quienes interceptaron, en el aparcamiento subterráneo de la plaza de la Estación de Langreo, a tres de los presuntos jóvenes participantes en la agresión, que llevaban sus ropas manchadas de sangre y «mostraban signos evidentes de haber participado en la pelea».

Una vez corroborado este extremo por los agentes, fueron trasladados a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía y, fruto de las indagaciones policiales, ayer por la tarde fue detenida una mujer «que diferentes personas sitúan en el lugar del altercado». La investigación prosigue y la Policía no descarta que puedan producirse más detenciones.