C. JIMÉNEZ

En la actualidad «ni existen indicios de inestabilidades ligadas a deslizamientos superficiales» en El Muselín «ni existen grietas en el terreno, en las fachadas o en el interior de los edificios que evidencien movimientos del terreno ligados a este tipo de fenómeno». El informe encargado por el Ayuntamiento a la Facultad de Geología para determinar la estabilidad de la ladera donde se asienta este barrio gijonés contradice radicalmente la postura que había venido defendiendo el anterior equipo de gobierno, del PSOE, que aconsejaba una transformación «gradual y negociada» de la zona para convertirla en parque verde debido a «los problemas geológicos y riesgos de desprendimientos». Sí aconseja el informe de la Universidad el estudio y control adecuado de escarpes para evitar desprendimientos en el futuro, pero se trata de «zonas muy puntuales», aclara Pedro Farias Arquer, experto en Geología Estructural del Noroeste peninsular, y coautor, junto a otros tres profesores de la Facultad de Geología, del estudio encargado por Foro.

El avance de conclusiones del trabajo que tendrá en su poder el equipo de gobierno mañana mismo recoge que los deslizamientos que afectan al sustrato rocoso de la ladera de El Muselín son «inactivos» y se encuentran «estabilizados». Apunta Farias que tienen miles o decenas de miles de años de antigüedad y descarta cualquier actividad futura porque el principal factor desencadenante, la erosión del acantilado por efecto del mar, fue neutralizada con la construcción del puerto de El Musel. «Estamos completamente seguros», afirma el investigador principal del estudio.

Los trabajos desarrollados por el equipo de la Universidad de Oviedo incluyeron el estudio del sustrato rocoso y las formaciones superficiales, así como los fenómenos ligados a la dinámica actual y pasada de la ladera. Con toda la documentación recabada se han elaborado mapas detallados de tipo geológico y geomorfológico que permitirán concretar cuáles son los escarpes (declives abruptos y empinados del terreno) más activos o que requieren de una análisis más detallado. En cualquier caso, el avance de conclusiones entregado el pasado jueves a la concejala de Urbanismo señala expresamente que los desprendimientos de rocas que pudieran producirse en varios taludes de la zona responden a una actividad «puntual» y ligada, sobre todo, a episodios de precipitaciones intensas. «Aunque no suponen riesgo para el barrio en su conjunto, pueden producir daños puntuales». En consecuencia, el informe recomienda un control adecuado de esos escarpes «con vistas a la prevención de posibles desprendimientos futuros». Pedro Farias explica que no hay razón alguna para prever el desalojo del barrio. La decisión planteada por el anterior equipo de gobierno encendió los ánimos de los vecinos, que encargaron su propio informe geológico-geotécnico. Como el que ahora presenta la Universidad de Oviedo, el trabajo determinaba que no existía riesgo alguno.

Las únicas precauciones que cabe adoptar ante los pequeños desprendimientos que pudieran producirse en épocas de grandes lluvias incluyen el tratamiento con mallas metálicas o bulones igual que se viene haciendo en otros taludes o escarpes rocosos de la región. En cualquier caso, indica Pedro Farias, es una decisión que corresponde a la Administración. Para concretar este aspecto, «se presentará un mapa de posible actividad y argayos en escarpes de El Muselín», concretó el profesor de Geología.

Respecto al trabajo realizado, a Farias le llama la atención la morfología de la ladera: con zonas relativamente llanas alternando con escarpes. Una situación que, según los expertos, podría estar vinculada a la existencia de canteras, pero lo cierto es que sólo existe una explotación de este tipo en la zona. La singularidad del terreno reside precisamente en los desprendimientos de rocas en algunos escarpes que, en cualquier caso, se encuentran muy localizados y no entrañan riesgo de deslizamientos.