R. VALLE

«Si en el futuro, como ya ocurrió en el pasado, se producen desprendimientos en El Muselín, ¿quién va a asumir la responsabilidad?». La concejala socialista Begoña Fernández remataba ayer con esta pregunta una batería de cuestiones destinada a intentar concretar qué planes tiene el gobierno de Carmen Moriyón para el barrio de El Muselín. El PSOE quiere oír la opinión del gobierno local sobre la ordenación de El Muselín. El principal partido de la oposición busca así dar el salto del debate técnico al político, pero recordando antes que el reciente estudio geológico sobre la zona encargado por FAC a la Universidad de Oviedo no es el único. Ni siquiera el primero.

«No vamos a entrar a discutir sobre informes técnicos, los respetamos todos, pero éste es el quinto informe específico que se hace sobre El Muselín. Y en el punto de partida están otros dos informes sobre el subsuelo de Gijón, uno del Instituto Geológico y Minero de España y otro de Manuel Gutiérrez Claverol, de la Universidad de Oviedo. Todos coinciden en que el acondicionamiento de El Muselín para que tenga las mismas condiciones de habitabilidad que cualquier barrio conlleva importantes riesgos geológicos», explicaba Fernández antes de recordar los desprendimientos fechados en la zona en los años 1913, 1976, 1997 y 2001.

Estos informes, estas experiencias históricas y sugerencias como las que hace el Código Técnico de la Edificación, que considera terreno desfavorable para la construcción aquel con pendientes superiores al 15% -en El Muselín las hay hasta del 45%-, llevaron al anterior gobierno socialista a rechazar hacer el desarrollo residencial de la zona previsto en el denominado Peri 17, vinculado al plan Rañada. Su alternativa en actual el Plan General era convertir con el tiempo ese espacio en un parque público. «Nunca hablamos de un riesgo inminente de derrumbes ni de desalojos. El problema de El Muselín es de consolidación como zona residencial de la ciudad», aseguraba ayer la concejala del PSOE.

Fernández aseguró que la singular situación de El Muselín y los problemas que puedan derivarse de intervenciones físicas en el subsuelo hacen casi imposible dotar al barrio de los servicios que tienen los vecinos del resto de la ciudad. «Hoy por hoy no se pueden garantizar servicios tan básicos como que pase el camión de la basura», matizó la edil socialista. De hecho, los vecinos de El Muselín sumaron a su satisfacción por el informe geológico aportado por la Universidad de Oviedo al gobierno de Moriyón su petición de urbanizar y adecentar la zona «para que seamos un barrio más de Gijón».

La portavoz del Grupo municipal Socialista defendía con estos argumentos la decisión del anterior equipo de gobierno, del que formaba parte como edil de Empleo. «Nosotros adoptamos una decisión responsable», aseguraba. Y al tiempo recordaba que el proyecto tenía un calendario de ejecución de décadas -«como ocurrió con Los Pericones, que se desarrolló durante treinta años», sentenció- y daba garantías económicas a los actuales propietarios a través de un plan de compra de los terrenos supervisado por el Ayuntamiento. El sistema general de El Muselín se asocia en el PGO a los polígonos de actuación de la Ronda Oeste y la avenida del Príncipe de Asturias. Sus promotores estaban obligados a adquirir los 80.500 metros cuadrados de El Muselín a sus propietarios y entregárselos al Ayuntamiento para generar un parque público.