Director general de Change.org España y fundador de Actuable

M. CASTRO

Francisco Polo fundó hace un año la empresa Actuable.es, una plataforma de internet que ofrece a los ciudadanos la posibilidad de coordinar campañas, por correo electrónico, para influir en la actuación de instituciones y empresas. Telecinco, Suchard o el Ayuntamiento de Madrid son algunos de los que han tenido que modificar sus criterios tras recibir miles de peticiones. Actuable se fusionó en septiembre con Change.org, referencia mundial en este sector. Ayer, Francisco Polo participó en Innoexplora, el Primer Encuentro para la Innovación Social en Asturias organizado por la escuela de negocios FENA. «Cuando alguien lee algo indignante se indigna, pero siente que no puede hacer nada más. Lo que nosotros hacemos es transformar esa indignación en acción para el cambio social», dice.

-Explíquese.

-Actuable es una plataforma que lo que busca es apoderar a personas y organizaciones para sumar fuerzas y provocar cambios a través de peticiones como más transparencia política, que una empresa deje de contaminar, etcétera. Sobre esa base gratuita ofrecemos servicios de pago a ONG para promover sus peticiones en la plataforma.

-¿Cómo influyó en «La Noria»?

-Pablo Herreros, que tiene un blog sobre comunicación, se enteró hace unas semanas de que el programa de televisión «La Noria» iba a entrevistar a la madre de El Cuco y encima le iban a pagar 10.000 euros. Es decir, dando el siguiente ejemplo: si cometes un delito o eres un familiar de una persona que lo comete, vas a tener una recompensa saliendo en televisión y lucrándote. Pablo promovió a través de Actualia el envío de correos electrónicos a los anunciantes del programa exigiéndoles que dejen de financiar ese tipo de cosas. A los tres días, Campofrío retiraba su publicidad de «La Noria», al cabo de una semana, más de 17 marcas, y el pasado sábado «La Noria» hizo un programa de más de cuatro horas sin publicidad. Telecinco ha iniciado un proceso de blanqueamiento de su programación, eliminando dos de sus programas, está suavizando todos sus contenidos y el 30 de noviembre ha convocado a sus anunciantes para comentarles su nueva estrategia y que vuelvan.

-¿Toman partido?

-No. Del mismo modo que uno puede crear su perfil en Facebook, puede crearlo en Actualia y a partir de ahí crear una petición. Cada persona que se suma está enviando un correo electrónico a los responsables de atenderla. En el caso de «La Noria» hubo 35.000 firmas, que primero motivaron la retirada de los anunciantes y posteriormente la modificación de la parrilla televisiva de la principal cadena de este país.

-Los usuarios de redes sociales se coordinaron para echarse a la calle el 15-M, ocupar Wall Street o derrocar el régimen egipcio. ¿Qué valor añade su empresa?

-Nosotros no somos un movimiento social, sino una plataforma tecnológica para darles cauce. Además, no somos una herramienta de movilización, sino una herramienta para terminar con injusticias concretas y provocar cambios tangibles, como el que he citado.

-¿Cree que las nuevas tecnologías son la panacea de la movilización social?

-Más que la panacea, intentamos mostrar a la gente cómo utilizar la movilización social para provocar cambios, nosotros no queremos movilizar por movilizar. No queremos que haya 100.000 personas firmando una petición. Queremos que haya 100.000 personas firmando una petición para provocar el cambio. Si no, no tiene sentido. Eso nos diferencia del 15-M. Hay manifestaciones en la puerta del Sol, pero no hay ningún cambio. En nuestro caso se consigue provocar cambios.

-¿Usted cree que se podrían cambiar, por ejemplo, cuestiones como la ley electoral a base de correos electrónicos?

-El activismo online no va enfocado a grandes cambios. A los grandes problemas, como el hambre, la pobreza, el cambio climático se les intenta dar grandes soluciones, pero en muy pocas ocasiones se materializan. Las grandes soluciones no funcionan porque los grandes problemas son muy complejos. Para solucionarlos hay que ir luchando contra cada una de las ramificaciones. La gente, cuando da un paso adelante para lograr una solución pequeña, está haciendo avanzar el mundo. Cuando se producen muchos de esos cambios pequeños se crea un entorno en el que llega de forma natural ese gran cambio. La discriminación de los negros en Estados Unidos comenzó a resquebrajarse cuando una señora se negó a cederle su asiento en el autobús a un blanco.

-¿Qué opina de los ataques a páginas web, colapsándolas como protesta?

-Es vandalismo. Lo nuestro no es vandalismo, es presión pública.

-¿35.000 e-mails no pueden colapsar un correo electrónico?

-Hace años sí. Hoy ya no, porque los correos tienen filtros y pueden enviar a una carpeta todos los que lleguen con el mismo titular. Al final el destinatario puede saber cuántas peticiones le llegan.

-¿Cree más efectivo enviar un correo electrónico que manifestarse con pancartas?

-He ido a muchas manifestaciones y no he visto ningún resultado. En cambio no paro de ver resultados con lo que hacemos nosotros.

-¿A qué lo atribuye?

-Una manifestación la integran personas anónimas. Aquí son personas con nombre y apellidos que están esperando que les contesten. No es una masa, se pueden contabilizar y son personas más informadas.

-Ha relatado victorias de su plataforma. Cuente una derrota.

-Ocurrió hace poco más de un mes, a pesar de una intensa campaña en change.org, no se consiguió parar la última ejecución que tuvo lugar en Estados Unidos.

-¿Qué ocurre cuando no se atienen las peticiones de la gente?

-Lo que ha ocurrido en las últimas elecciones, que llega el momento de decidir si alguien sigue o no y no sigue. La democracia se ejerce cada día y quien gobierna tiene que escuchar las demandas ciudadanas.