Después de catorce días de angustiosa búsqueda por tierra, mar y aire, operarios del 112 de Asturias localizaron ayer, a sólo cien metros de distancia del muelle de La Osa de El Musel, el cuerpo sin vida del niño de 10 años Gonzalo Fernández, desaparecido el día 29 de diciembre en aguas de la costa gijonesa tras sufrir un accidente marítimo en la bocana del puerto deportivo de la ciudad. En el fatídico siniestro también perdió la vida el tío y padrino del menor -el militar gijonés de 48 años Luis Carlos Menéndez-. El helicóptero del 112 avistó el cadáver del niño alrededor de las once y veinte de la mañana. El piloto avisó entonces por señas a los buzos que en esos momentos se encontraban a escasos metros de la zona realizando prácticas.

Los profesores de buceo recogieron el cuerpo sin vida de Gonzalo, que posteriormente fue trasladado al puerto de El Musel a bordo de una lancha zódiac de la Guardia Civil. Los funcionarios de la Benemérita avisaron del hallazgo a la familia del pequeño. La madre del menor, vecino de Granada aunque natural de Pola de Lena, se encontraba entonces en las inmediaciones del puerto deportivo en compañía de dos psicólogos de la Cruz Roja siguiendo las labores de rescate. Después de que se realizara la correspondiente autopsia, los restos mortales del pequeño fueron trasladados al tanatorio de Mieres. El padre de Gonzalo, acompañado por varios de sus familiares entre los que se encontraba el único adulto superviviente tras el accidente marítimo, acompañaron a la comitiva fúnebre que partió del tanatorio de Cabueñes.

Los buzos de la Guardia Civil de Gijón habían examinado hace días la zona en la que fue hallado el cadáver dentro del operativo de rescate puesto en marcha para localizar al menor. Los agentes sospechan que el niño podría haberse quedado atrapado en el fondo del mar tras el siniestro. Según esta primera hipótesis barajada por los funcionarios de la Comandancia de Contrueces, las fuertes corrientes marinas registradas en los últimos días en la costa gijonesa habrían empujado el cuerpo a la superficie dejándolo al descubierto en las cercanías del puerto de El Musel. Los responsables de la investigación señalan que el menor falleció ahogado poco después del naufragio de la embarcación en la que se encontraba el pequeño.

Hasta el lugar del rescate se acercaron en la mañana de ayer el teniente coronel de la Guardia Civil, Juan Bautista Martínez Raposo y la alcaldesa, Carmen Moriyón. Los responsables de la Autoridad Portuaria también trasladaron sus condolencias a los familiares.

El operativo de rescate del pequeño Gonzalo comenzó poco después de que tuviera lugar el accidente marítimo en el puerto deportivo. Una ola golpeó alrededor de las doce y media de la mañana del 29 de diciembre la embarcación «Patri 13» en la que viajaba el niño fallecido acompañado por su hermano, el tío de estos -el militar fallecido-, un primo suyo de 14 años y el padre de este último. El pequeño Gonzalo y su hermano habían llegado a Asturias apenas unos días antes de la tragedia para pasar las fiestas navideñas en compañía de sus familiares. La mala noticia sobrevino a los padres de los pequeños cuando se encontraban en Madrid y Granada por motivos de trabajo. Ambos habían seguido en los últimos días las labores de rastreo.

En las tareas de rescate participaron durante estas casi dos semanas más de un centenar de agentes de diferentes cuerpos de seguridad, acompañados en todo momento por voluntarios de organizaciones como la Cruz Roja o Protección Civil. El domingo dos agentes de la Benemérita resultaron heridos cuando participaban en la búsqueda. Un golpe de mar volcó la lancha en la que se desplazaban, aunque ambos guardias civiles han sido ya dados de alta.