Tres grados marcaba el termómetro de la Escalerona a las ocho de la tarde, con el añadido de viento helado del Nordeste. Conclusión: acudir a la convocatoria del Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, situado en las inmediaciones de San Pedro, era asunto heroico. Pero henos aquí, que el ponente de la tarde, el doctor Marcelo Palacios, goza de un tirón popular insólito, hasta el punto de conseguir una notable asistencia, así que hemos de colegir que ante este señor no hay inclemencias que valgan. El tema propuesto, «Algunos aspectos de interés común desde la bioética», era trascendente, englobando cuestiones como la eutanasia, la investigación sobre las células madre contenidas en el cordón umbilical y la ley de reproducción asistida respecto a las mujeres solas.

Luis Miguel Piñera, director del Club, hizo una breve presentación del señor Palacios. Médico, fundador y presidente de la Sociedad Internacional de Bioética, en su trayectoria política ha sido vicealcalde de Gijón, diputado regional y nacional, y miembro del Consejo de Europa. A lo que nosotros añadimos su carácter de sabio. Lo es y le encanta trasmitir su sabiduría. Minucioso, profundo... Hubiera sido un magnífico docente. Antes de entrar en las materias planteadas se centró en la cuestión primaria: la persona y sus derechos fundamentales, de los cuales emanan todas las competencias sociales, encaminadas a gestionar esos derechos que a la postre configuran nuestra dignidad.

Su explicación sobre los beneficios terapéuticos derivados de la sangre contenida en el cordón umbilical hubiera merecido una lección exclusiva. En España, la legislación relativa a los bancos que conservan dichos cordones, sustentados por la propia voluntad de las madres de donarlos, los define como de uso público y general, pero nunca particular. Es decir, si una familia desea conservarlo en previsión de su futura salud se ve obligada a llevarlo al extranjero. Todos recordamos el caso de la infanta Leonor, hija de los Príncipes de Asturias. ¿Cómo ve esto el doctor Palacios? Mal, pero no por la decisión de estos padres, sino por el detrimento del resto. Sería preciso modificar la ley para que cada familia haga lo que desee, saliendo al paso de posibles incompatibilidades. «Yo lo vengo diciendo desde hace 14 años; como si cantara». En España hay 6 bancos públicos, Barcelona, Málaga, Madrid, Galicia, Valencia, Canarias, y 30.000 familias que tienen su depósito de cordón umbilical en el extranjero.

Sobre la eutanasia, Marcelo Palacios es taxativo. «No hay variedades, la eutanasia es sólo una -ni suicidio asistido, ni crimen- y consiste en ayudar a morir a un enfermo terminal que lo ha pedido lúcidamente, teniendo como punto de partida sus sufrimientos». No es una arbitrariedad, sino un compromiso ético, basado en la dignidad, señaló el doctor Palacios, añadiendo que eufemísticamente, o de un modo más lírico, se podría decir que «la eutanasia ayuda a que se extingan las últimas energías que le quedan a un ser humano».

¿Las mujeres solas, a despecho de su situación civil o condición sexual, tienen derecho a recurrir a las técnicas de reproducción asistida? Sí. Y así lo recoge la legislación española. Algo que no se contempla en la Declaración Universal de los Derechos Humano, que coincide con testamento vital de la Conferencia Episcopal.