Miriam SUÁREZ

El estudio de impacto ambiental exigido por la Consejería de Fomento acarreará un gasto adicional de más de 500.000 euros a los promotores del plan parcial de Castiello de Bernueces. Según la ingeniería contratada para realizar el informe, ése será el coste de las medidas correctoras que plantea la Administración regional, sin contar la plantación de especies arbóreas y las labores de jardinería que también habrá que llevar a cabo.

El proyecto de urbanización de Castiello no estaba obligado, en principio, a evaluar su impacto ambiental sobre el entorno. Pero el Gobierno autonómico cambió de idea y, basándose en las recomendaciones de distintos organismos públicos, decidió que esta operación urbanística tenía «potenciales efectos negativos» que era necesario matizar. Fomento cuestionaba, fundamentalmente, las afecciones sobre la vega del Piles y «los impactos acumulables» con el plan urbanístico que se desarrollará en la vecina parroquia de Granda.

Ambas preocupaciones están asociadas al vial que iba a trazarse entre Castiello y Granda para comunicar dos de las principales áreas residenciales previstas en el Plan General de Ordenación (PGO) de la ciudad. A raíz del estudio de impacto ambiental, se ha decidido solucionar el asunto cortando por lo sano. «Se ha optado por eliminar del proyecto de urbanización el vial que iba por la margen izquierda del Piles», explican técnicos de Inxeniería y Mediu.

De esta forma, se evitan los humedales de la senda fluvial del Piles, una zona muy sensible desde el punto de vista medioambiental, en cuya restauración la Confederación Hidrográfica del Cantábrico ha invertido mucho tiempo y dinero público. «Como alternativa, se garantizarán las comunicaciones del nuevo urbanizable de Bernueces a través de dos enlaces, uno con La Coría y el otro con la A-8», adelantan los ingenieros que han redactado el estudio de impacto ambiental del plan de Castiello.

Su trabajo, que está a punto de remitirse a la Consejería de Fomento junto con el proyecto de urbanización definitivo, incluye un informe acústico y otro de incidencias paisajísticas. Del primero se deriva la instalación de tres pantallas acústicas de metacrilato, de 3,5 metros de altura y unas longitudes de 444, 530 y 351 metros. También se levantará un caballón de tierra de 280 metros de largo e igual altura.

En cuanto al paisaje, entre otras medidas, «se creará una pantalla arbórea en prácticamente todo el perímetro de la urbanización y se plantarán especies autóctonas en las zonas verdes interiores». Se pretende así restituir el manto vegetal que se destruirá con esta operación urbanística de casi un millón de metros cuadrados. «De todas formas, hay que tener en cuenta que esta medida exige un tiempo de implantación, porque los árboles tardan en crecer», puntualizan los técnicos.

Para acomodar la intervención paisajística a las exigencias normativas, incluso se han tenido en cuenta cuáles son las zonas desde las que más se verá la actuación: «La Coría, Viesques, zona cimera de Ceares y Les Caseríes (subida Providencia)». El plan de Castiello generará una nueva área residencial de casi 4.000 viviendas a orillas de la Ronda Sur gijonesa, y en plena zona rural. Es la primera operación de este tipo que tiene que someter su urbanización a un estudio de impacto ambiental. Y esa exigencia se decidió después de seis años de trámites.