Luján PALACIOS

Salió de la Audiencia Provincial, se juzga ahora en la sala de lo Penal y puede acabar volviendo a la Sección Octava. El juicio a dos ciudadanos rumanos acusados de robar, agredir y detener ilegalmente a un compatriota suyo podría acabar siendo declarado nulo, después de que la fiscalía decidiera modificar los cargos por un delito de detención ilegal en la vista oral celebrada ayer.

Si este supuesto fuera aceptado por la magistrada encargada del caso, el juicio podría ser anulado, advierten los abogados de la defensa, y entonces debería ser juzgado por la Audiencia. Precisamente, el caso ya pasó por la Audiencia el mes pasado, y el juicio quedó suspendido al inhibirse la Sección Octava a favor del Juzgado de lo penal, a petición de una letrada de la defensa. Ahora, podría darse el caso a la inversa, «y mientras tanto los dos acusados llevan ya once meses en la cárcel», denuncia la abogada Pilar Santamarina, quien espera, por el contrario, que los dos acusados sean absueltos «por la falta de pruebas contra ellos».

Los hechos juzgados tuvieron lugar en marzo del año pasado. Tal como recoge el escrito de calificación de la fiscalía, supuestamente dos ciudadanos rumanos, I. C. e I. G. S. abordaron a su víctima, un compatriota, en una calle de La Calzada; lo golpearon con un bate de béisbol y lo introdujeron a la fuerza en un coche con la ayuda de una tercera persona, para bajarlo del vehículo en el paseo del Muro, donde le robaron sus efectos personales (dos móviles, una pulsera, un collar de oro valorado en 3.200 euros y 680 euros en metálico). Posteriormente, según el escrito de la acusación pública, lo obligaron de nuevo a subirse al coche para abandonarlo malherido en la zona de Somió. La víctima sufrió heridas en la cara, hematomas por el cuerpo y un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza.

Los dos acusados ofrecieron ayer versiones muy diferentes y contradictorias de lo ocurrido. Los dos hombres, que según indicaron tienen entre sí una relación de parentesco -son primos-, aseguraron a preguntas de los abogados y de la fiscal que «se confundieron» cuando hablaron de una discusión con la víctima.

Uno de los acusados indicó que había mantenido una conversación con la víctima en la discoteca Go a instancias suyas, en la que «me decía que mi madre estaba saliendo con su padre y yo debía hacer algo, pero yo me negué y lo empujé para apartarlo. También hablé con él porque le había ofrecido a mi mujer que se prostituyera», declaró. Acto seguido, según su versión, «me fui a mi casa y no pasó nada más». El otro acusado, por su parte, aseguró que vio a los dos hombres discutir «pero me fui a mi casa y no intervine», aseguró.

La víctima, por su parte, aseguró que conocía a los acusados «de vista», que los invitó a tomar una copa «como hago con muchos rumanos» y que no mantuvo con ellos ninguna discusión. En la sesión de ayer ofreció una versión de los hechos sensiblemente distinta a la que dio en el hospital y en la Comisaría después de la agresión.

Ayer indicó que había sido abordado por dos coches después de bajarse de un taxi en el que se había desplazado a su casa la noche de los hechos. Además, aseguró que en uno de los vehículos, una furgoneta, viajaban 5 personas, que no han sido identificadas, y que, según su declaración ayer, «se fueron con lo que me robaron».

Los acusados, en prisión desde hace casi un año, se enfrentan a penas de once años y medio de cárcel cada uno de ellos. La defensa, por su parte, reclama la libre absolución ante la falta de pruebas y los testimonios contradictorios.

Los hechos

Escrito de la Fiscalía

Según el relato de la acusación pública, en la madrugada del 6 de marzo de 2011 los dos acusados, de nacionalidad rumana, abordaron presuntamente a un compatriota suyo al que golpearon y metieron a la fuerza en un coche. Después, lo bajaron en el Muro, le robaron, lo volvieron a montar en el vehículo y lo abandonaron en Somió.

Robo

La víctima asegura que le robaron dos móviles, una pulsera, un collar de oro de Cartier valorado en 3.200 euros y 680 euros en efectivo.

Contradicciones

Cada uno de los acusados y la víctima ofrecieron versiones diferentes sobre lo ocurrido. La defensa pide la absolución.