Presidenta de AMDAS-La Fonte (Asociación de Mujeres Discapacitadas de Asturias)

-Sabiendo como sé que lo que le gustan los perrinos, ¿cómo se me disfraza de «Cruella»?

-Esto ha sido cosa suya ¿eh?, porque a mí me gustan muchísimo, aunque mi pequeño «Scooby» ya no está y lo echo mucho de menos.

-Fuera tristezas, mujer. Cuente que más le gusta.

-¡Coño, los hombres!

-No empecemos...

-Pero ¡ojo! no todos.

-No te joroba, tampoco a mí.

-Porque hay hombres y hombres...

-Ya, ¿me explicaría un poquitín más el tema?

-Me gustan como la buena sidra, algo achampanados.

-¿Eso significa con mucha chispa?

-Sí, siempre que sea asturiana.

-¿Y si hablamos del Gobierno?

-¿De qué Gobierno?

-De cual va a ser, mujer, del de ahora.

-¡Ah! ¿pero ahora tenemos Gobierno?

-No me sea puntillosa, que luego nos llaman... lo que no nos tienen que llamar.

-Digamos que habelu, hailu, pero yo no lu veo.

-Sí, si que lo hay.

-Ya, pero como su nombre indica, tien el «cascu puestu»

-Y hablando del antroxu. ¿Lleva mascarita?

-Rotundamente, no. Por llevar, en estos días no llevo ni silla de ruedas.

-¡Pero qué me cuenta!

-¡Milagro, milagro! ¡Coño, voy andando, que parece tonta!

-Desde luego, sentido del humor no le falta.

-Ye lo único que me queda además de la crisis.

-¿Pero al final hay o no hay crisis?

-No, home, no, lo que no hay son ganes de trabayar.

-¿Y de bailar?

-Eso, hasta que los pies y el juanete del dedu gordu del pie derechu aguante.

-No quiero malmeter ni ser puntillosa, pero ¿usted no está en una silla de ruedas?

-¡Pero bueno, será...! ¿le pregunto yo por qué lleva zapatos?

-No se me enfade.

-Viéndome como me vio usted bailar... desde luego.

-Cierto, fue en el concurso de «Tortillas en silla de ruedas».

-Entonces ¿pa qué me pregunta, monina?

-Tiene toda la razón; el arte se lleva en el alma, no en las piernas.