M. CASTRO

Operador Logístico Integral de Graneles, S. A., Oligsa, ha presentado en el Juzgado mercantil de Gijón la solicitud de concurso voluntario de acreedores con una deuda de algo más de 10 millones de euros. La empresa apuró al máximo el plazo legal para presentar el concurso. El plazo vencía hoy, tras haber fracasado el intento de la empresa de renegociar su deuda con los acreedores y un aumento de ingresos con los clientes desde que el pasado 21 de octubre solicitara el preconcurso (un período de tres meses para buscar una alternativa a la suspensión de pagos, tras la que la empresa dispone de un mes más para presentar el concurso en el Juzgado en caso de que fracase la negociación).

La declaración del concurso llega después de que Oligsa haya intentado renegociar con la Autoridad Portuaria los términos de la concesión para abaratar sus costes fijos.

El principal acreedor de Oligsa es precisamente la Autoridad Portuaria de Gijón, a la que el operador logístico le adeuda al menos 4,5 millones de euros. De esa cantidad, 2,7 millones se corresponden con el impago de varios plazos de la maquinaria y equipamientos que Oligsa adquirió a la Autoridad Portuaria cuando recibió la concesión para almacenar graneles en la explanada de Aboño. Uno de esos impagos se remonta a 2009. El resto de la deuda se corresponde a las tasas impagadas al Puerto desde finales de 2010 y a las cuantías adeudadas por incumplir con los tráficos mínimos fijados en la concesión. La deuda con la Autoridad Portuaria podría elevarse en otro medio millón de euros si el Puerto reclama los intereses de demora.

Las deudas restantes de Oligsa son con varias entidades financieras, la mayoría de las cuales se podrá resarcir de las mismas íntegramente al estar avaladas por los socios de Oligsa (EBHISA, con un 26%; Suardíaz, con un 26%; Alvargonzález, con un 22%; Globalia Infraestructuras, con un 20% y Duro Felguera, con un 6%). Tras la solicitud de concurso voluntario de acreedores, el siguiente paso en el proceso judicial que ahora se inicia es que el juez del Juzgado de lo mercantil número 3, que es el de Gijón, admita esa declaración voluntaria de insolvencia y nombre a un administrador concursal. A partir de ahí caben dos opciones: que se alcance un acuerdo con los acreedores para una quita de la deuda y un aplazamiento de los pagos que permitan hacer viable la compañía o que esto no sea posible, en cuyo caso se liquidará Oligsa y se subastarán sus bienes para resarcir en la medida de lo posible a los acreedores.