La Autoridad Portuaria de Gijón ha negado hoy que haya tomado hasta ahora ninguna decisión sobre una subida de sus tasas a pesar de su "grave" situación económica-financiera que atribuye a la asunción de los sobrecostes y la amortización de las obras de ampliación en sus resultados de 2011.

En un comunicado, el presidente de la Autoridad Portuaria, Emilio Menéndez Gómez, asegura que en la última reunión del Consejo de Administración celebrada el pasado 1 de marzo de 2011 este órgano fue informado de la situación actual "causada por la mala gestión del equipo gestor socialista anterior y por afrontar los sobrecostes heredados de la ampliación y de su amortización financiera"

Según Menéndez Gómez, El Musel, al igual que el resto de terminales españoles está negociando su Plan de Empresa con Puertos del Estado, y que, una vez finalizado este proceso, se trasladará al Consejo, "el único órgano competente para su aprobación o rechazo", el resultado de las negociaciones.

Dicho plan, subraya, se revisa anualmente para ajustar la evolución de los ingresos y gastos, así como las necesidades de inversión y su financiación.

Además, según recuerda Menéndez, la Ley de Puertos de 2010 introducía como novedad los coeficientes correctores para tener en consideración la estructura de costes de cada Autoridad Portuaria y garantizar el principio de autosuficiencia económica-financiera "en un marco de competencia leal entre puertos".

Así, para garantizar esta autosuficiencia económica la Ley prevía acordar un objetivo de rentabilidad anual del 2,5% para el conjunto del sistema portuario y, en el caso de que ésta fuese inferior en el ejercicio anterior, se aplicarán coeficientes correctores a las cuantías básicas de las tasas del buque, del pasaje y la mercancía.

Estas cuestiones, asegura Menéndez, no han sido decididas aún por la Autoridad Portuaria de Gijón ni elevadas al Consejo que añade que las pérdidas registradas en 2011 penalizan la rentabilidad del puerto por la incorporación al inmovilizado de la obra de ampliación una vez que ha sido recepcionada y entregada al uso público.

A su juicio, los sobrecostes aprobados por el anterior Ministerio de Fomento determinaron que la amortización de los nuevos espacios para 2011 se elevara a 11,7 millones que, junto a los elevados gastos financieros de 13,6 millones de euros derivados de los créditos para financiar la obra, han generado "un gran efecto negativo con su perversa influencia en la cuenta de resultados".

EFE