M. S.

El comité de empresa confía en que la sentencia del Juzgado de instrucción número 5 de Gijón le haya dado «un respiro» a Rubiera Predisa. Aunque son conscientes de que «la situación económica es la que es» y el sector de la construcción y la obra pública, al que se dedica esta firma gijonesa, está completamente acogotado por la crisis.

En principio, «la actividad continúa y se están buscando nuevas líneas de negocio en países de Sudamérica y en Argelia», explican portavoces de los sesenta y dos trabajadores que aún mantienen su puesto de trabajo en la fábrica de Ceares.

El conflicto con Navicoas, agravado por la actual coyuntura económica, deja en suspenso la operación urbanística que iba a desarrollarse en los terrenos de Las Quintanas. El suelo que ocupa Rubiera Predisa -83.000 metros cuadrados- fue recalificado por el anterior Plan General de Ordenación (PGO) como edificable. El grupo Navicoas pretendía construir en la zona unas 1.200 viviendas.

Esta compañía de origen sevillano se desvinculó de la operación en 2010, aunque la filial asturiana conserve su nombre. Caja Segovia, ahora dentro de Bankia, pasó a controlar entonces el 50 por ciento de la sociedad que lidera la actuación de Las Quintanas. Una entidad mercantil que contaba con el apoyo de varios inversores asturianos y que, debido a sus dificultades financieras, ha tenido que recurrir al concurso de acreedores. «Se dilatará, por lo menos, un año. Suponemos que, ahora, Rubiera Predisa tendrá que negociar la situación de estos terrenos con los bancos y el administrador concursal», pronostican los trabajadores.