Son médicos residentes en diferentes centros de salud, donde, además de trabajar formándose en su especialidad de medicina familiar, aportan su juventud y visión de futuro para mejorar el servicio. Ello les ha servido a Lorena Arboleya, Marta Martínez, Laura Sánchez y Cristina Alonso para recoger ayer el premio «Póster Científico» del Hospital de Cabueñes merced a un estudio que arroja luz para mejorar el servicio médico a la hora de detectar retinopatías diabéticas, enfermedades que afectan a la retina producidas por la diabetes.

Ellas explican el propósito de su trabajo con gran claridad, la misma que ayudó a que se alzasen con el premio de entre los cincuenta pósteres que optaron al galardón. «La diabetes a largo plazo puede producir lesiones y en el ojo se pueden ver a través de una prueba, que hasta ahora sólo realizaban oftalmólogos, lo que cargaba mucho las listas de espera», explica Marta Martínez. Por eso, aprovecharon un programa entre el Hospital de Jove y el centro de salud de La Calzada, por el que en este último se realizan retinografías (prueba que consiste en una foto del fondo de ojo para detectar retinopatías) aligerando la carga soportada por los oftalmólogos de Jove.

El equipo de jóvenes investigadoras afrontó la ardua tarea de análisis de los informes de 246 retinografías realizadas en el centro de La Calzada durante seis meses. Cada retinografía fue analizada en el propio centro de salud y enviada a los oftalmólogos para que realizasen su propio informe. Ellas compararon los informes del centro de salud con los de los oftalmólogos.

«El índice de concordancia entre los informes es muy aceptable, por lo que se podría implantar en los centros de salud este tipo de prueba», señala Martínez. Así pues, con este trabajo, que se ha llevado un diploma y un premio económico dado por Cajastur, las cuatro jóvenes residentes han aportado su granito de arena a la mejora de funcionamiento del sistema sanitario, ofreciendo la posibilidad de que una competencia, hasta ahora única de oftalmólogos, se pueda extender a los centros de salud para beneficio de los pacientes con diabetes.

A la entrega de premios acudió el consejero de Sanidad en funciones, José María Navia-Osorio, que destacó que «tiene mérito fomentar entre los médicos residentes el ánimo investigador». Además del primer premio, hubo tres accésits. Elisa Para, Guillermo García, Eline Bandin, Beatriz Duplá, Patricio Suárez y José Luis Solís, del servicio de ginecología y obstetricia, se llevaron el accésit del Hospital de Cabueñes por un trabajo sobre la prevalencia de la colonización vagino-rectal de estreptococos en embarazadas atendidas en Cabueñes. Tras observar a 106 mujeres en último mes de embarazo, llegaron a la conclusión de que los estreptococos prevalecen en un 12% de las embarazadas de Cabueñes, «un índice normal». Este estudio goza de interés dado que los estreptococos es la causa principal de infecciones en el recién nacidos.

El accésit «Hospital de Jove» se fue para varios residentes del servicio de cirugía general y digestiva: Paola Lora, Ángeles Lezana, Helena Padín, Raquel Fresnedo, Virginia Ramos, Juan Francisco Carrión, Guillermo Carreño y Raúl Álvarez, que realizaron un estudio sobre la posibilidad de realizar colecistectomías laparoscópicas (extracción de vesícula biliar) sin ingreso y con seguimiento en ambulatorios, y no con ingreso del paciente. Llegaron a la conclusión de que la correcta selección del paciente puede asegurar el éxito de la opción del ambulatorio aprovechando así más los recursos sanitarios.

Por último, el accésit del Instituto Reina Sofía de Investigación se lo llevó un trabajo sobre la Unidad de Ictus de Cabueñes, implantada en 2008. El estudio, realizado por Ana Gancedo, Ignacio Casado y Patricio Suárez, llega a la conclusión de que «la unidad presentó un efecto significativo sobre la mortalidad» de los pacientes con ictus y, entre otras cosas, mejoró el tiempo de respuesta a estos casos posibilitando el tratamiento con fibrinolisis.