M. CASTRO

La dirección de EBHISA, controlada accionarialmente por la Autoridad Portuaria de Gijón, ha puesto encima de la mesa de los sindicatos un drástico recorte de derechos laborales para reducir sus costes salariales. La masa salarial de EBHISA representa un tercio de los costes de la empresa y es lo que hizo fracasar en 2010 el primer intento de la Autoridad Portuaria por vender el 68,8% de sus participaciones en la empresa, cuando contrató a la consultora EC Harris para que las pusiera a la venta por 150 millones de euros. La Autoridad Portuaria acaba de ofrecer, a través de su página web, la venta de sus acciones en EBHISA, después de que el presidente de El Musel reconociera que no hay comprador. EBHISA facturó 25,2 millones de euros y obtuvo 1,3 millones de beneficio en 2011.

La propuesta que los responsables de EBHISA han trasladado al comité de empresa incluye la jubilación obligatoria para 8 trabajadores que han alcanzado los 65 años de edad o que no habiéndolos alcanzado ya están en edad de jubilación al computarles coeficientes de reducción como trabajadores del mar (estos coeficientes son aplicables a 12 de los 140 trabajadores de EBHISA, los que tienen categorías de gruista, palista y jefe de muelle). El escollo en la negociación es que el Puerto quiere que los jubilados se vayan sin cobrar una indemnización de una anualidad de su salario, que el comité de EBHISA había pactado con los anteriores responsables de El Musel.

Además de este planteamiento, otros puntos que incluye la oferta de la dirección son: una reducción del 7,5% del salario para toda la plantilla, eliminar el complemento a la paga que reciben los trabajadores de baja para mantener su salario, eliminar el derecho a readmisión obligatoria por excedencias, eliminar las horas sindicales por encima de las que marca la ley, eliminar los permisos por bautizos y comuniones, implantar la polivalencia efectiva e implantar la movilidad funcional. Esto último se traduce en que la empresa podría obligar a los trabajadores de descanso a incorporarse a sus puestos, hasta 30 días al año, avisándoles con 48 horas de antelación, lo que supone 28 días al año más que los que marca la legislación laboral.

El comité de empresa es reacio a estos cambios y también reclama el cumplimiento de dos contratos relevo comprometidos y los ascensos de categorías pactados con la anterior dirección. Fuentes sindicales de la terminal también recuerdan que Arcelor rompió «hace 6 o 7 años» el contrato con EBHISA para que ésta manejara la cinta con la que lleva el mineral de hierro hasta la factoría y que pasó a contratar a Daorje, con lo que EBHISA «perdió de 2,5 a 3 millones de ingresos al año». La terminal granelera subió el pasado 20 de enero las tarifas que cobra a Arcelor por primera vez en siete años.