J. M. C.

«Si seguimos en este proceso de abandono de lo público, nos veremos abocados a ver al sector de la educación pública como marginal y asistencial; la red pública quedará marginada», aseguró anoche José María Rosell Tous, en el transcurso de una mesa redonda titulada «Escuela pública: una escuela sin exclusiones», que se celebró en el Club Prensa de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.

Además de José María Rosell intervinieron en el acto Juana Llana San Martín, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Centros Públicos (FAPAS) y José Ignacio Fernández del Castro, de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos AMPA del Instituto de Enseñanza Media Universidad Laboral, de Gijón.

Este último, en referencia a la afirmación anterior de José María Rosell, aseguró que «estamos ante un ataque general contra todo lo público». En este sentido, Juana Llana abrió el debate indicando que «del sistema educativo depende el futuro de todos» y acusando a la escuela concertada de ser «parasitaria» de la escuela pública.

Los tres ponentes de la mesa redonda forman parte del denominado Movimiento Social por la Escuela Pública de Asturias y, por ello, centraron sus críticas en destacar que España es un país que está subvencionando con dinero público a la enseñanza privada, mayoritariamente en manos de la Iglesia católica.

Así, José María Rosell hizo memoria hasta el año 1985, cuando el Gobierno socialista de Felipe González puso en marcha la LODE, la ley de educación que consagró en el sistema los conciertos educativos y «afianzó la enseñanza privada», subrayó el profesor, para hacer frrente a la escolarización por el incremento demográfico de los años sesenta.

En una extensa exposición, José María Rosell aseguró que el fracaso escolar se multiplica por cinco o seis en las clases sociales bajas en relación con las altas y que la educación concertada «no es gratuita, segrega y excluye por estatus económico», además de no ser «universal, se rige por criterios de rentabilidad económica», concluyó José María Rosell, quien, en el caso de Gijón, puso como ejemplo el edificio de la antigua Escuela de Comercio, situado en la calle de Francisco Tomás y Valiente, que fue permutado por la Universidad de Oviedo al Ayuntamiento y éste, a su vez, lo cedió «a una escuela de negocios privada».

Por último, desde el Movimiento Social por la Escuela Pública de Asturias se considera primordial que «la religión se quede fuera del sistema educativo».

El Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón cumple este mes su primer año desde que reanudara sus actividades en el salón de actos del centro San Eutiquio, situado frente a la iglesia parroquial Mayor de San Pedro Apóstol.

La programación de este mes de marzo, que se inició ayer con el debate sobre la escuela pública, proseguirá el próximo lunes, día 5, con una mesa redonda titulada «Feminismo en un 8 de marzo de tiempos umbríos». Los siguientes actos serán el 8 de marzo, con otra mesa redonda titulada «La conexión asturiana de la Maleta Mexicana»; el día 12, con la presentación del libro «La Iglesia asturiana (1957-1978», de José Luis Fernández Jerez; el 15 de marzo, también con la presentación de un libro, «Tristan Benson Blues», de Jesús del Campo; el día 19, mesa redonda sobre «Educación pública y crisis económica»; el día 22, con un acto sobre los 25 años de la revista «Ábaco», y los días 26 y 29 de marzo con sendas conferencias de Víctor Guerra y Víctor Luis Álvarez.

«Nos veremos abocados a ver el sector de la educación pública marginal»

<José María Rosell >

Profesor

«Del sistema educativo depende el futuro de todos»

<Juana Llana >

Presidenta de FAPAS

«Estamos ante un ataque general contra todo lo público»

<José Ignacio Fernández >

AMPA del IES U. Laboral