R. G.

El vecino de Pumarín de 47 años de edad detenido el pasado miércoles, acusado de un delito de amenazas después de permanecer durante más de cinco horas encaramado a la azotea de un edificio que amenazaba con hacer explosionar, pasará hoy a disposición del juez de instrucción que se encuentra realizando las labores de guardia. El acusado, que tiene antecedentes policiales, se encuentra aún en el Hospital de Jove, en donde los médicos le están realizando una valoración psicológica que será remitida junto con el atestado policial al magistrado encargado del caso.

El gijonés protagonizó una violenta escena en la azotea del edificio número 1 de la calle Soria, alrededor de las nueve y cuarto de la mañana del pasado miércoles. Después de discutir con su madre y de tapiar la entrada a su domicilio con varios muebles, el gijonés se encaramó a la azotea amenazando con volar el edificio con gas y asegurando que si la Policía no le entregaba 50 millones de euros, un coche de alta gama y una vivienda, se lanzaría al vacío. Los agentes encargados del caso tuvieron que cortar la calle Soria después de que el detenido arrojara varios objetos al vacío. Finalmente, gracias a la labor de un mediador policial, el acusado desistió de su actitud y abandonó voluntariamente la azotea cinco horas después, siendo trasladado al centro médico gijonés en el que aún permanece.

La Policía detuvo al acusado como responsable de los delitos de amenazas graves y de desórdenes públicas, que conllevan penas de cárcel y multas en el Código Penal.