«Three generations» es el nombre del último y reconocido trabajo discográfico adscrito a Gonzalo del Val como líder, publicado por Quadrant Records en 2011. En éste conviven composiciones de autoría propia con frescos arreglos de standards de jazz («Will you stil be mine»), tangos («Malena») o canciones populares («Los cuatro muleros»). El pasado miércoles se presentó este disco dentro de la programación coordinada por el Taller de Músicos en el salón de actos del Antiguo Instituto, contando con el trío original que registró la grabación en estudio y que refleja un fructífero encuentro entre diferentes generaciones del jazz español, confluyente en Cataluña: el pianista menorquín Marco Mezquida, el contrabajista barcelonés David Mengual y el baterista burgalés Gonzalo del Val.

A nivel individual, cada músico tiene unos rasgos muy acusados que se potencian al interaccionar en conjunto. Marco Mezquida tiene gran inventiva y presenta una amplia gama de recursos, que le llevan a jugar recurrentemente con las octavas agudas, alternar secuencias percusivas y desarrollar entramados muy contrapuntísticos (se nota el peso de su formación de órgano junto a Tomé Olives); por su parte, David Mengual cuida mucho el factor melódico de sus intervenciones a solo, consiguiendo una buena fluidez rítmica en el swing y aportando amplitud armónica; por último, Gonzalo del Val huye de estridencias y ejercicios de virtuosismo para buscar la aportación exacta en cada momento, dejando entrever un notable interés en las polirritmias en el aro de la batería, recurso que por momentos se acercaba más al enfoque de la percusión latina. La comunicación del trío en directo se hace muy palpable a través del espíritu de las improvisaciones, en las que a veces los solos acababan siendo dúos, desdibujándose de forma muy natural la frontera entre acompañamiento y sección solista. Se nota que los músicos se escuchan y disfrutan en el proceso. En el repertorio del concierto se interpretaron, sobre todo, piezas procedentes del reciente disco del trío, aunque también hubo espacio para revisar clásicos como «I let a song go out of my heart» (Duke Ellington), con la que se abrió el concierto, quizá de una forma un poco fría (aunque la intervención de Mezquida al piano resultó brillante) o «Matrix» (Chick Corea), recreando el espíritu deconstructivo original del trío Corea, Vitous y Haynes, con una breve coda funk muy efectiva. Pero el punto culminante del concierto llegó con «Alone in Brooklyn», estupenda composición de Gonzalo del Val que reflejó un buen uso de las dinámicas y de los ambientes sonoros (mazas en la batería, cuerdas percutidas en el piano, registro del ponticello en el contrabajo), reflejando un exquisito gusto en los desarrollos más orgánicos e impresionistas con inequívoco lenguaje de jazz.