A. RUBIERA

Dieciséis años después de que el Colegio Manuel Medina de Roces tuviera que echar el cierre por la caída de la natalidad y la bajada en la matriculación en las escuelas públicas, podría haber llegado el momento de que tenga que reabrir sus puertas a los escolares. Igual que ocurriera hace unos años con el Colegio Manuel Rubio -hoy convertido en Colegio Los Pericones, para absorber la demanda de Ceares y Viesques-, la Consejería de Educación se plantea esa reapertura para dar solución a la urgente falta de plazas de Infantil que sufre la zona sur de la ciudad y que, pese al momento de ajuste económico, obliga a buscar alternativas sin más demoras.

Los responsables de la planificación escolar en el Principado sopesan, como ayer reconocían portavoces de la Consejería que dirige Ana Isabel Álvarez, diversas posibilidades, incluida la reapertura del citado centro de Roces o habilitar en sus instalaciones algunas aulas que dependerían del Colegio público del barrio, el Alfonso Camín. La decisión, que ya se barajó el pasado curso y que tendrá que definirse en los próximos días con vistas a las matriculaciones, aún no está tomada.

El problema de la escolarización en la zona sur gijonesa se arrastra desde hace años, desde que fuera haciéndose evidente la progresiva ocupación del barrio de Montevil con familias jóvenes y nuevas parejas. Esa situación generó una gran presión en los dos colegios públicos existentes, el Montevil y el Severo Ochoa, que año tras año cerraban con unas cifras muy importantes de alumnos sobrantes, que tenían que ser derivados a las escuelas de Contrueces, en ocasiones con protestas evidentes de las familias.

Desde el pasado año la ocupación de la nueva urbanización del área de Roces no ha hecho sino complicar el problema, con la consiguiente saturación del Colegio Alfonso Camín, que este año cerró el plazo de solicitudes de matrícula con una oferta de las más altas de Asturias: 71 peticiones para 50 plazas de alumnos de 3 años. También tiene alumnos sobrantes el Colegio Montevil (91 peticiones para 75 plazas), aunque este año una decena de esos alumnos podrá pasar al Severo Ochoa, tras el aumento de ratio en las aulas de Infantil.

Para empeorar la situación, los dos colegios públicos de Contrueces, Nicanor Piñole y Noega, que tradicionalmente servían de apoyo en ese reparto de alumnos en la zona, tampoco podrán ser esta vez colchón para acoger los excedentes de los tres barrios, ya que el Noega tuvo 36 solicitudes para 25 plazas, y el Piñole cerró con 15 solicitudes para 25 plazas. Así que cuando hoy se publiquen las primeras listas de alumnos admitidos y no admitidos en los centros escolares, al área sur de la ciudad le quedarán casi 30 alumnos de 3 años sin un colegio público de la zona al que ser derivados. Y la red concertada tampoco sirve de ayuda, ya que la práctica totalidad de los colegios concertados de la ciudad tiene alumnos sobrantes.

El problema escolar en estos barrios ha puesto en evidencia la falta de planificación de las anteriores autoridades socialistas, ya que durante años se fueron salvando puntualmente los «muebles» sin poner soluciones a largo plazo. En los últimos cursos se tuvieron que adoptar soluciones excepcionales. Como el hecho de que la Consejería de Educación está pagando transporte escolar -algo que sólo se suele plantear para los traslados rurales- para llevar a alumnos de estos barrios a colegios de fuera de su zona de influencia, algo que por norma deberían tener garantizado.

Hay que recordar que el nuevo área de Roces incluyó la reserva de un solar para dotación escolar, que nunca ha llegado a desarrollarse. La escuela de Infantil de 0-3 años está en proceso de licitación (depende del Ayuntamiento, con presupuesto municipal), pero sobre el edificio de Primaria no ha habido un posicionamiento oficial por parte de las autoridades en funciones de Foro Asturias. Desde la Consejería se indagaba estos días sobre la situación del edificio del Manuel Medina. La ocupación de dicho centro, en todo caso, no sería tan fácil como en principio se pudo prever desde la Consejería, ya que el Ayuntamiento realizó una importante inversión en el centro para convertirlo en local de ensayos para grupos de música, que pueden disponer del alquiler de las instalaciones. Además, en el centro se dan cursos de la Universidad Popular y también se le dan otros usos.