R. GARCÍA

La Comisión Antiviolencia en el Deporte propuso ayer la imposición de una multa de 6.000 euros para el utillero del Sevilla acusado de agredir violentamente a un aficionado del Sporting de Gijón cuando ambos se encontraban en un bar de copas de la zona de Fomento de la ciudad poco antes del partido entre ambos equipos. El sevillista, que en esos momentos se encontraba acompañado de toda la junta directiva del equipo andaluz, fue detenido por la Policía por estos hechos y tuvo que declarar en la Comisaría de El Natahoyo.

Las sanciones por este episodio violento no se quedan ahí. La Comisión Antiviolencia en el Deporte ha propuesto también que se imponga una multa de 4.000 euros a cada uno de los tres aficionados que provocaron a la junta directiva del Sevilla en el local de hostelería gijonés. La comisión mantiene que estos tres vecinos de la ciudad «profirieron graves insultos y diversos cánticos intolerables contra miembros de la junta, lo que provocó una reacción muy violenta y agresiva por parte de uno de los miembros del equipo sevillista». Los responsables de este organismo nacional piden además que se impida la entrada a recintos deportivos de los gijoneses encausados durante los próximos cuatro años.

En la reunión de ayer Antiviolencia solicitó, por último, una multa de 3.000 euros y una prohibición de seis meses de acceso a recintos deportivos a un aficionado del Sporting acusado de «proferir gritos racistas contra los aficionados locales provocando un altercado del orden público» en el partido que el equipo gijonés jugó en Granada.

Ésta no es la primera vez que la Comisión Antiviolencia arremete contra los radicales gijoneses. El organismo público solicitó en septiembre del pasado año sanciones por valor de 100.000 euros para quince ultras de la ciudad acusados de participar en una violenta pelea contra los aficionados del Génova que habían llegado para participar en el torneo «Villa de Gijón». La Comisión aseguró entonces que los hinchas locales «llevaban todo tipo de objetos contundentes para agredir a los seguidores del equipo visitante».

La enemistad de los aficionados gijoneses con los del Sevilla viene, además, de lejos. En diciembre de 2009 los radicales de ambos equipos protagonizaron una violenta batalla campal en las calles del barrio de La Arena. El Juzgado de instrucción número 1 de Gijón se encarga ahora de investigar aquella trifulca. Por el momento, según fuentes judiciales, el procedimiento está «paralizado», y es que hace ya varios meses que no se llevan a cabo diligencias en la instrucción de un suceso por el que ya han tenido que declarar en sede judicial decenas de hinchas radicales tanto en Gijón como en Sevilla.