Miriam SUÁREZ

La crisis económica no sólo ha frenado el mercado de la vivienda. También ha dejado a las administraciones públicas sin margen financiero suficiente para poder cumplir con las grandes obras comprometidas en el municipio. Infraestructuras que, con mayor o menor grado de ejecución, duermen ahora el sueño de los justos a la espera de una partida presupuestaria que acabe de materializar las promesas políticas. Entre lo ya invertido y consignado, hay más de 280 millones de euros a los que Gijón no ha podido todavía sacar partido.

Empezando por el túnel del metrotrén, el más antiguo de los proyectos que permanecen atascados en la ciudad. Esta galería subterránea comenzó a construirse en el año 2003 y, en diciembre de 2006, se colocaba la última dovela. La obra, vinculada a la operación de soterramiento ferroviario, se encuentra a medias. De los casi siete kilómetros previstos, sólo se ha horadado la mitad del recorrido, que va desde Viesques hasta el Museo del Ferrocarril.

A falta de la prolongación hasta Cabueñes, anunciada por Fomento siendo ministra Magdalena Álvarez (en 2005), este tramo de túnel no tiene actualmente ninguna utilidad. De esa ampliación, nada se sabe. Ni de los 150 millones que serán necesarios para ejecutarla. Ni de las cinco estaciones que están pendientes de construir y acondicionar. El Ministerio, del que depende esta infraestructura, aseguró el año pasado que buscaría la forma de recabar el dinero a través de financiación privada. Nunca más.

Entretanto, Ofiteco se encarga de la conservación y seguimiento del túnel ya existente, lo que supone un coste anual de 227.000 euros. Para la finalización de esta obra que permitirá la penetración del ferrocarril en el casco urbano ya no se atreven a dar plazos. Aunque las fechas a menudo caen en saco roto, a juzgar por lo que ocurre con otros proyectos. Por ejemplo, con el nuevo Palacio de Justicia de Gijón.

Las obras del complejo se iniciaron el 30 de diciembre de 2008. Según el Boletín Oficial del Principado de Asturias, el BOPA, se debían acometer en 32 meses máximo. Las empresas adjudicatarias entregaban el edificio al Principado, promotor del proyecto, el pasado 21 de mayo, con varios meses de retraso sobre lo exigido en el pliego de condiciones de la licitación y casi un año después de lo anunciado por el gobierno regional.

Pero que se hayan terminado los trabajos constructivos no significa que el Palacio de Justicia, presupuestado en 25 millones, vaya a entrar en funcionamiento. Está por decidir cómo y cuándo se llevará a cabo el traslado de los juzgados que se agruparán en el complejo: los de Poniente, los de Prendes Pando, y las oficinas de Calixto Alvargonzález y Donato Argüelles. La mudanza, incluyendo el amueblamiento, podría prolongarse hasta 2013.

El solar de la antigua Escuela de Peritos también representa lo que pudo haber sido y todavía no fue. A finales de 2006, cesó la actividad académica en el centro, con la intención de derribarlo para levantar un nuevo edificio de usos administrativos. Incluso se organizó un concurso de ideas para dar forma a esta iniciativa del Principado, que se decantaba por habilitar oficinas y un centro polivalente. A lo que se añadía poco después, y por petición del Ayuntamiento, un aparcamiento subterráneo de 700 plazas.

El PSOE plantea ahora, desde la oposición, una escuela infantil. Mientras Foro, al frente del gobierno municipal, prefiere un centro integrado y equipamientos deportivos. Pero la realidad económica se impone y el proyecto, al cocer, ha menguado, dejando atrás la previsión de un gasto que rondaba los 60 millones. De momento, sólo se han invertido 400.000 euros en la demolición (finales de 2008) de la vieja sede universitaria, dejando en la calle de Manuel Llaneza un solar baldío de 11.000 metros cuadrados.

Donde sí hay movimiento es en la zona de actividades logísticas e industriales (ZALIA), aunque, tan tenue, que a veces parece que la obra está parada. El ex presidente regional Vicente Álvarez Areces puso en marcha su urbanización en diciembre de 2010, asegurando que «esto es el futuro de Asturias». Los trabajos de la primera fase, de 107 hectáreas, arrancaron con una inversión de 46,1 millones y un plazo de ejecución de 18 meses, que ya resulta imposible cumplir.

No hay dinero; sólo se ha conseguido comercializar el 0,5 por ciento del suelo; y los accesos que, según las autoridades competentes iba a realizarse «en tiempo real», son hoy en día un espejismo. Ante esta situación, los vecinos de San Andrés de los Tacones, principales afectados por la ZALIA, piden que libere el suelo reservado para las siguientes fases de esta plataforma logística, concebida como complemento a la ampliación portuaria y enclave de referencia para el movimiento de mercancías en el Arco Atlántico.

Y apuntan hacia el polígono de polígono de Lloreda (Tremañes), con 578.771 metros cuadrados de uso netamente industrial y sólo dos empresas instaladas. Su desarrollo, a cargo de Sogepsa, costó 66 millones de euros y se daba por finalizado en abril de 2011. La crisis, en este caso, no frenó las obras, pero sí la comercialización del mayor polígono del municipio, que se encuentra prácticamente vacío un año después de su entrada en servicio.

La zona Este de la ciudad también está pendiente de infraestructuras que se han ido eternizando. La depuradora es el ejemplo más claro. La Dirección General del Agua, vinculada al Ministerio de Medio Ambiente, adjudicó el proyecto de construcción en abril de 2011 por 36 millones de euros, rebajando el presupuesto de partida en un 30 por ciento. El pasado mes de marzo sacaba a licitación la asistencia técnica para la dirección de la obra en 820.000 euros.

La depuradora, que tratará las aguas residuales de unos 150.000 gijoneses, tendría que estar operativa en 2014. Pero aún no se ha movido un alfiler en la parcela de El Pisón donde se ubicará, la misma de la polémica «Plantona». En su lugar, se construirá una planta subterránea con las últimas tecnologías en tratamiento de vertidos. Sin ella, sigue sin completarse el plan integral de saneamiento de Gijón, que data de abril de 1991.

Aunque en ningún sitio se ha colocado una primera piedra por segunda vez como en el hotel de la Laboral. El presidente de la cadena AC lo hacía en febrero de 2011, pidiendo incluso disculpas al municipio por los sucesivos aplazamientos de esta obra de iniciativa privada que el Principado apoya a través de la Sociedad Regional de Turismo. Su última fecha de inauguración, febrero de 2012, tampoco se ha cumplido. Y Gijón continúa sin hotel de cinco estrellas.