R. G.

La pelea protagonizada por media docena de internos de la residencia mixta de Pumarín el pasado domingo no fue, ni mucho menos, un «caso aislado». Los representantes sindicales de la Corriente Sindical de Izquierdas mantienen, al contrario que la Consejería, que este episodio violento, «sólo demuestra la inseguridad creciente que hay en el centro social». De hecho, Nicanor González, el representante de la CSI en el comité de empresa de la residencia mixta, mantiene que hace varias semanas la Policía tuvo que intervenir en un altercado de similares características al que tuvo lugar el pasado domingo.

«Ahora ya no tenemos los mismos ancianos que antes, son conscientes de sus derechos y no les podemos privar de su bienestar», reflexiona González. Hace varios meses una mujer agredió en la residencia a una enfermera con un cuchillo. Poco después otras dos mujeres tuvieron que ser ingresadas en el hospital después de que un interno las agrediera a bastonazos. Los sindicatos solicitaron entonces la creación en la residencia mixta de una unidad especial de psiquiatría para poder atender a los internos más problemáticos. Una petición que ahora vuelven a poner sobre la mesa. Tras conocer el último episodio violento, los responsables de la Consejería de Bienestar se comprometieron a tomar medidas para que «no se vuelvan a repetir» sucesos como el del domingo.