Luján PALACIOS

En Asturias cada vez se diagnostican más casos de problemas mentales, y los trastornos de personalidad son la patología en mayor crecimiento en los últimos tiempos. Nel Ánxelu González Zapico, presidente de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Asturias (AFESA), llamaba ayer la atención sobre el incremento en el número de casos en la región, que han ido cambiando de perfil en los últimos tiempos.

«Hemos pasado de los casos relacionados con problemas de drogadicción a los trastornos de personalidad que son más difíciles de abordar», explicó González Zapico en el transcurso de la jornada anual de debate de la asociación. El número de personas afectadas por algún trastorno mental sigue en aumento, pero a cambio «antes nos llegaban pacientes más cronificados; ahora se reacciona mejor, más a tiempo, y los problemas pueden abordarse con más garantía de éxito», aseguró el presidente de AFESA.

Los últimos datos hablan por sí mismos. El responsable de los Servicios de Salud Mental de Gijón, José María Fernández, indicó en su intervención que «una cuarta parte de la población sufrirá a lo largo de su vida algún trastorno mental», por lo que se hace más necesario que nunca «poner en valor proyectos de atención para que los afectados puedan desarrollar una vida autónoma, lejos de la atención puramente sanitaria».

En este sentido, Fernández señaló que en la actualidad el proyecto «Prometeo» cuenta con 31 usuarios, que llevan vidas normalizadas en pisos compartidos. «Un sistema muy interesante porque permite a los pacientes tomar sus propias decisiones, y a las familias les supone un alivio para seguir con su vida». Para José María Fernández es «fundamental» potenciar los servicios externos para evitar las hospitalizaciones, y criticó el hecho de que algunas unidades de psiquiatría no cuenten con las mismas condiciones que el resto de las plantas de los hospitales.

La asociación aprovechó el acto de ayer para dar difusión a un manifiesto que han redactado ante el Decreto Ley aprobado por el Gobierno en materia sanitaria. Los afectados denuncian que el sistema de atención en salud mental es aún «claramente insuficiente», por lo que es necesario «completar y aumentar los servicios que se prestan a través de los distintos recursos». Por ello, consideran que la atención sociosanitaria de calidad debe de ser un objetivo «irrenunciable» para las personas con enfermedad mental y sus familias.