M. CASTRO

La 56.ª edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA) abrirá mañana, sábado, sus puertas con todo el recinto ferial ocupado por 2.000 expositores repartidos en 600 «stands». El negocio y las ventas que se producirán durante los dieciséis días de la Feria tendrán una incidencia directa en el empleo, aunque de forma temporal. Entre puestos de trabajo directos e indirectos, la Feria dará ocupación a 5.000 personas, según explicó ayer el presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, en la presentación del certamen.

En los «stands», que permanecerán con actividad doce horas diarias entre el horario de apertura al público y el necesario para otras tareas, trabajarán unas 3.000 personas. Se trata de empleos que tradicionalmente venían siendo demandados por estudiantes y por jóvenes sin experiencia laboral. La crisis ha hecho que este año varíe el perfil de una parte de los que buscan una ocupación en la Feria, explicó Baragaño. Personas que han quedado en paro intentan salir del mismo aunque sea medio mes y a algunos se los puede ver estos días junto a la puerta de acceso al recinto ferial más próxima al Parque Inglés, que es por la que acceden los expositores, para pedirles tarea.

A los 3.000 puestos de trabajo directos que proporcionará la Feria se añade la ocupación indirecta que el certamen genera entre empresas y autónomos que proporcionan servicios a los expositores y que la Cámara estima que se traduce en obra para otras 2.000 personas. Aunque no se trata de empleos nuevos, la actividad económica que generan las tareas de promoción y montaje de los «stands» sí que contribuye a dar carga de trabajo a industrias como imprentas, transportistas, pintores y empresas de montaje y desmontaje de «stands», entre otras que se citaron ayer en la rueda de prensa en la que Baragaño presentó la 56.ª edición de la Feria junto a los vicepresidentes primero y segundo de la Cámara, David Argüelles y Pedro López Ferrer; al director de la Feria, Álvaro Muñiz, y al pintor Vladimir González, autor del cartel de esta edición de FIDMA, en el que muestra su visión de la Feria, en perspectiva aérea.

Baragaño recalcó ayer que la Feria de Muestras se ha consolidado como «una herramienta de marketing excepcional para las empresas», por lo que siempre hay más demanda que espacio disponible. En esta ocasión, la renovación ha sido mayor, dado que repite el 70% de los expositores de 2011, cifra ligeramente inferior a la de años precedentes, apuntó Álvaro Muñiz. La Cámara, consciente de cómo repercute la crisis en los presupuestos de las empresas, tiene congeladas las tarifas de la Feria desde hace cuatro años. La crisis también ha motivado que algunas instituciones, como el Ayuntamiento de Langreo, aún no haya construido su nuevo pabellón en la Feria, en contra de lo que había previsto.

La inauguración oficial del certamen tendrá lugar esta tarde y correrá a cargo del presidente del Principado, la Alcaldesa, el delegado del Gobierno y el presidente cameral.