C. JIMÉNEZ

Los últimos alumnos de los planes de estudio de Ingeniería a extinguir para su transformación a los nuevos grados universitarios se encontrarán este año con una realidad para algunos sorprendente: aulas con sobreaforo. Existen asignaturas que en este momento superan los quinientos matriculados y en la Politécnica de Gijón están pensando cómo atender a todo este alumnado. Es el contrapunto de Bolonia. Si bien en el inicio de la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) se había advertido de los problemas de masificación en las aulas, ahora se pone de manifiesto que no sólo se ha logrado mejorar las cifras de las primeras generaciones de Bolonia (el próximo año saldrán las primeras promociones de titulados de grado de la Universidad de Oviedo), sino que el problema se ha trasladado al otro lado.

El aluvión de alumnos que se encuentran ahora los responsables de la Politécnica, principalmente, para las titulaciones de Ingeniería Industrial y de Telecomunicación de las titulaciones antiguas sobrepasa, con creces, las previsiones tanto de profesorado como de recursos educativos. Hasta la fecha no se ha decidido cómo se realizará la distribución de grupos ni la asignación de horas docentes al profesorado. Desde la dirección de la Politécnica se espera que el Rectorado afronte esta cuestión con un incremento del profesorado y con el establecimiento de grupos adicionales para que la docencia se desarrolle en condiciones favorables. «Hay mucha acumulación de alumnos», reconoce el director, Hilario López.

Las mayores complicaciones se sitúan en el cuarto curso de las antiguas titulaciones de ciclo superior de Ingeniería Informática y de Telecomunicación, con asignaturas que suman en este momento más de medio millar de inscritos. En cualquier caso, continúa abierto hasta hoy, lunes, el plazo de preinscripción para los cursos de adaptación al grado, que serían de gran utilidad para los alumnos que habiendo finalizado ya su etapa universitaria deseen acceder a los nuevos títulos de Bolonia.

El sobreaforo de aulas del campus para los planes antiguos de Ingeniería Industrial e Ingeniería de Telecomunicación va camino de convertirse en una de las mayores dificultades para los gestores del centro universitario en este inicio de curso. Más aún cuando está a punto de completarse la desaparición de la docencia, que comenzó a realizarse, año a año, desde 2010 y que se completará de forma gradual y conservando las convocatorias de exámenes ordinarias.

En el caso de la Politécnica de Gijón este proceso de extinción de los planes antiguos no finalizará antes de dos años, una situación que complica la organización docente, pues entre los nuevos grados, los másteres, los cursos de adaptación al grado y los títulos propios la oferta actual comprende una gran variedad de ramas que no sólo aporta dificultades de gestión, sino que también genera cierta incertidumbre entre el alumnado sobre la mejor opción sobre la que deberían decantarse.