Luján PALACIOS

«Si queremos ser un país competitivo, necesitamos inyectar muchos más recursos económicos para la investigación». Andrés Moya, premio nacional de genética en la modalidad de Genética Básica, lanzó ayer un mensaje de advertencia antes de recoger su premio en la Laboral ante las dificultades a las que se enfrentarán los científicos en el actual panorama de crisis y recortes en las partidas destinadas a la ciencia.

Moya ha sido premiado junto con José Ignacio Cubero por la Sociedad Española de Genética y la Fundación Pryconsa, y ambos desarrollan importantes estudios de investigación. En el caso de Andrés Moya, en el campo de la genómica, secuenciando el genoma de microorganismos como las bacterias. En la actualidad, las investigaciones e dirigen a las bacterias que viven en el organismo humano -y que componen alrededor de dos kilos de la masa corporal de los adultos-.

Tal y como explicaba ayer el profesor, «siempre pensamos que son perjudiciales, pero no sabemos lo importantes que son para la salud». De hecho, detrás del estudio genético de las bacterias estaría la curación de muchas enfermedades, como el intestino irritable, la enfermedad de Crohn, o la caries. «Estamos estudiando cómo se producen estas enfermedades y qué microorganismos protegen de las bacterias que la provocan», indica Moya. Así, muchas enfermedades de la piel o del aparato respiratorio podrían tratarse con microorganismos que tienen una función protectora. «Estamos en un campo realmente espectacular», afirma el profesor Moya, pero para ello es necesario el apoyo económico decidido del Estado.

Andrés Moya resalta cómo el panorama investigador ha mejorado «sustancialmente» en las dos últimas décadas, pero la crisis «nos está afectando demasiado negativamente». «Creo que la clase política no es consciente de que no se puede recortar en ciencia si se quiere tener una economía basada en el conocimiento», denunciaba ayer. De hecho, el profesor recuerda cómo en Alemania, «que también ha estado en crisis», la partida de investigación no se redujo, sino que «se multiplicó por cuatro».

José Ignacio Cubero, por su parte, recibió el premio en la modalidad de Aplicaciones de la Genética por su contribución a la mejora genética de plantas, especialmente en el campo de las leguminosas.

Cubero llamó la atención sobre el problema del aumento de la población y la escasez de recursos para alimentar a todo el planeta. «El problema está ahí y se conoce desde hace años, pero no se está haciendo nada», subrayó. En este mismo sentido, indicó cómo países como India y China se convertirán dentro de poco en «verdaderos sumideros de alimentos», por lo que se hace más necesario que nunca trabajar en la mejora genética de verduras, cereales y leguminosas para conseguir más productividad y mejor resistencia. Además, Cubero defendió los cultivos transgénicos y apostó por utilizar todos los métodos al alcance en la actualidad para mejorar las producciones y los cultivos.

«En Alemania, que también estuvo en crisis, la partida de investigación se multiplicó por cinco»

Andrés Moya

«China y la India se convertirán en enormes sumideros de alimentos»

José Ignacio Cubero