«Ser una «smart city» significa incorporar nuevos servicios. Para todos los agentes implicados en un proyecto de este tipo se producen beneficios», defendía en Gijón hace unos días el responsable del área de ahorro y eficiencia energética de la Fundación Asturiana de la Energía, Carlos García. El concejal Fernando Couto reivindicaba que el Ayuntamiento ha tomado ya varias medidas para avanzar en la consecución del sello de «smart city» en 2020. Una de esas iniciativas es el proyecto de coche compartido para los empleados del Consistorio. Una parte de la flota municipal es ya eléctrica.