J. M. C.

Rafael Fernández Tomás volvió ayer a exigir que el Gobierno de Asturias recupere los archivos de «la última legalidad republicana» en la región, es decir, de los 461 días de la Guerra Civil en los que gobernó el Consejo Interprovincial de Asturias y León primero, luego transformado en Consejo Soberano hasta la entrada en Gijón de las tropas del bando nacional, el 21 de octubre de 1937.

Belarmino Tomás fue presidente de dichos órganos de gobierno republicanos y su nieto, Rafael Fernández Tomás, en una conferencia que ayer pronunció en la sede del Ateneo Jovellanos, se preguntó el motivo por el que «en treinta años de gobiernos socialistas en Asturias se ocultó la historia de aquellos 461 días» de los años 1936 y 1937, los dos primeros de la Guerra Civil.

Tras definirse como «un modesto luchador social orgulloso de sus orígenes», Rafael Fernández Tomás, cuyos padres fueron los socialistas Rafael Fernández (asimismo, presidente del Gobierno de Asturias tras la recuperación de la democracia) y Pura Tomás, hija del gijonés Belarmino Tomás, el conferenciante denunció que «todos los archivos están fuera de Asturias», concretamente, dijo, en Ferrol, en Salamanca y en Cataluña.

«Es normal que esos 461 días de la última legalidad republicana en Asturias la ocultase Franco», subrayó Rafael Fernández Tomás, pero lo que dijo no entender es la pasividad actual para tratar de recuperarlos, lo que exigió al actual presidente del Gobierno de Asturias, el socialista Javier Fernández.

La conferencia también sirvió para que Fernández Tomás reivindicara, una vez más, la figura de su abuelo y, por extensión, de su familia en el exilio de México, donde se refugiaron, como otros miles de españoles republicanos tras la Guerra Civil, desmintiendo que vivieran «de las joyas» que se llevaron de España. «La familia vivió de vender su fuerza de trabajo», apostilló Rafael Fernández Tomás, quien nació en México DF en 1940 y se licenció en Sociología, llegando a ser diputado federal de aquel país centroamericano.

Tras jubilarse se instaló en Asturias hace cinco años. Abandonó el PSOE y se afilió a Foro Asturias, el partido liderado por Francisco Álvarez-Cascos, que abandonó siete meses después.

La próxima primavera, según anunció en el transcurso de su conferencia en el Ateneo Jovellanos, verá la luz «Belarmino», el libro que acaba de escribir sobre su abuelo y con el que pretende reivindicar su memoria, según el nieto, olvidada tanto por el PSOE como por el SOMA, el sindicato del que fue dirigente junto con Manuel Llaneza.