P. T.

Los hosteleros que participan se muestran encantados con la iniciativa. «Gijón de sidras» está teniendo un impacto positivo en los negocios. La sidra y las cazuelinas han formado un buen tándem para impulsar las ventas, a juzgar por lo que opinan los dueños de los locales participantes en el certamen.

«Está resultando estupendo. Se debería repetir porque hay mucha más gente de lo habitual y, entre semana, también», opina Javier Varela, que regenta la sidrería Cabranes. Allí sirven cazuelinas de berberechos a la plancha. En el popular restaurante La Zamorana, por su parte, han optado por raciones de marmitako. «Es la primera vez que participamos y es impresionante. Hemos servido en diez días 300 kilos de bonito en las cazuelinas de marmitako», asegura José Méndez, propietario del negocio, que destaca «el buen ambiente» que genera el concurso. Lo mismo cuenta Rafael García, camarero de la sidrería Balmes. «Piden cazuelinas hasta fuera de horario», afirma. Hoy y mañana son los últimos días en los que se podrá degustar la sidra con las cazuelinas en los treinta y cuatro locales participantes.