C. J.

Se planteó con el acrónimo CEO, centro de experimentación «offshore», jugando también con la traducción anglosajona de estas siglas (Chief Executive Officer), director ejecutivo, para exponer la «visión amplia» con la que nacía el proyecto. «No se trata de cegarse sólo a la implantación eólica; es un laboratorio para otro tipo de aprovechamientos», explicó José Luis Suárez Sierra en su ponencia sobre el centro de explotación de los recursos renovables del medio marino proyectado para Asturias. Tanto es así que, además de promover una infraestructura para probar equipos de empresas y homologarlos, se identificaron otro tipo de usos ligados al mundo de la acuicultura. A raíz del proyecto, recordó el conferenciante y gerente de la empresa AST Ingeniería, también se creó el instituto tecnológico para el desarrollo del almacenamiento energético (ITDAE). Su finalidad era concretar cómo trasladar materia, energía e información a tierra desde la plataforma marina de la Universidad, todo ello con rendimientos industriales rentables.

Suárez Sierra considera que se trata de una infraestructura de futuro ante la «escasez tremenda» de espacios de prueba de este tipo de equipos. «Las empresas lo demandan», advirtió.