F. G.

El pasado jueves falleció en Madrid, a los 84 años de edad, Francisco Javier Pérez de Rada y Díaz-Rubín, marqués de Jaureguizar, de linaje navarro y asturiano y muy vinculado a Villaviciosa y Gijón, donde llevó a cabo investigaciones históricas y genealógicas en colaboración con el padre José María Patac.

Javier Pérez de Rada, cuyos restos mortales reposan desde el pasado sábado en el convento de las Madres Concepcionistas de Ponferrada (León), era abogado, editor, historiador y genealogista. Había nacido en Madrid en 1929 y contrajo matrimonio con Covadonga Cavanilles Navia-Osorio, que procede de una familia muy conocida en Villaviciosa. Los marqueses, padres de cinco hijos, visitaban con frecuencia Gijón, donde reside una de sus hijas, María Teresa, casada con Manuel de Vereterra. En esta ciudad nacieron varios de sus nietos y permanecen numerosas amistades de la familia.

El fallecido era un hombre ilustrado y de antigua militancia carlista, «enciclopédico sin ser enciclopedista», según refiere Gonzalo Anes en el prólogo de «Linajes y palacios ovetenses. Datos para su historia», libro que Pérez de Rada amplió sobre folleto original de Miguel Lasso de la Vega. Dedicó varios de sus trabajos al estudio de los linajes asturianos, entre los que destaca «La casa de Cienfuegos, de la villa de Grado y sus sucesivos poseedores» (1981). También son obras suyas, de corte genealógico, «Relación de los poseedores del castro y palacio de Priaranza en El Bierzo» (1971), «El arzobispo don Rodrigo Jiménez de Rada» (2002) o «Heráldica e historia familiar» (1978).

Además de un buen pintor y dibujante y habitual tertuliano en su casa de Madrid, con vistas al Retiro, el marqués de Jaureguizar impulsó el Museo Tabar, en Navarra. Era académico correspondiente de la Real de Historia, y caballero de honor de la Orden Militar de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.