Pablo TUÑÓN

«No quiero añadir nada que pueda suscitar más polémica». Así terminó ayer Carlos Rubiera, concejal de Cultura, una comparecencia en la que no admitió preguntas, convocada para aclarar sus declaraciones criticando las ayudas recibidas por el sector de la minería. «Se enterraron miles de millones en mantener pozos abiertos que había que cerrar», proclamó el lunes, argumentando que «salía más barato tener a los mineros prejubilados en casa que trabajando». Unas declaraciones que sorprendieron por contradecir la línea seguida por el líder de su partido, Francisco Álvarez-Cascos, quien acompañó a los mineros en sus protestas en Madrid y manifestó en repetidas ocasiones oponerse al desmantelamiento del sector.

«No pretendí menoscabar la importancia del carbón», dijo ayer Carlos Rubiera, que no pidió perdón por sus palabras, pero sí desligó sus afirmaciones del ideario del partido al que pertenece, Foro Asturias, ya que matizó que fueron «comentarios estrictamente personales», pese a que los pronunció en el acto de presentación del certamen «La primera sidra del año», al que acudió como concejal de Cultura del equipo de gobierno local de Foro. Además, cree que sus aseveraciones «se han magnificado».

«Lamento que unos comentarios estrictamente personales, que por comparación con otros sectores trataban de poner énfasis en la histórica falta de ayudas a la industria de la sidra y al cultivo de los praos, se hayan usado para descalificar el trabajo de Foro Asturias», proclamó Rubiera, que consideró que «de alguna manera se han magnificado y sacado de contexto mis alusiones al sector minero, ya que lo fundamental de mi intervención consistió en destacar la importancia actual y las posibilidades de desarrollo futuro del sector agroalimentario en general y sidrero en particular».

Rubiera, en su intervención de ayer, destacó el «enorme apoyo de Foro al carbón», y matizó su intención con el polémico discurso. «En mi empeño por defender la cultura de la manzana y la sidra nunca pretendí menoscabar la importancia de la minería del carbón, que es parte fundamental en la historia de Asturias», aseguró.

«Voy a leer una nota formal y no quisiera entrar en más polémica, por lo tanto no responderé a preguntas. No lo toméis como una descortesía. Vista la repercusión mediática que ha tenido mi intervención en el acto de presentación del certamen "La primer sidra l'añu", quisiera puntualizar lo siguiente:

»En primer lugar quiero manifestar que en mi empeño por defender la cultura de la manzana y la sidra nunca pretendí menoscabar la importancia de la minería del carbón, que es parte fundamental en la historia de Asturias. Igualmente, quiero destacar que constantemente Foro se ha distinguido por su enorme apoyo al carbón, nuestro combustible fósil autóctono, tal y como se ha demostrado con sus continuas iniciativas políticas y parlamentarias en ayuntamientos, Junta del Principado y en las Cortes. Lamento que unos comentarios estrictamente personales, que por comparación con otros sectores trataban de poner énfasis en la histórica falta de ayudas a la industria de la sidra y al cultivo de los praos, se hayan usado para descalificar el trabajo de Foro Asturias.

»Tanto en su programa electoral como en sus iniciativas políticas presentadas continuamente se certifica el respaldo hacia un sector, el minero, que es y será una parte fundamental de la economía de Asturias y con el que habrá que contar ahora y en el futuro. Considero que, de alguna manera, se han magnificado y sacado de contexto mis alusiones al sector minero, ya que lo fundamental de mi intervención consistió en destacar la importancia actual y las posibilidades de desarrollo futuro del sector agroalimentario en general y sidrero en particular, a pesar de la ausencia de políticas suficientes de apoyo por parte de los sucesivos gobiernos de Asturias.

»Políticas que de haber existido hubieran evitado, por ejemplo, el sinsentido de tener que importar prácticamente la mitad de las manzanas que mayan nuestros llagares, por falta de producción propia; o que los llagares vascos, bien apoyados por su Gobierno autonómico, se hayan adelantado a los asturianos en la expansión de sus productos hacia los mercados internacionales.

»Así pues, se evidencia la necesidad de que la industria sidrera de Asturias cuente con las ayudas que nunca tuvo y que son imprescindibles para que pueda competir en los mercados internacionales y alcanzar el nivel que se merece la calidad de nuestros productos y el trabajo de todos los que forman parte de un sector tradicional con posibilidades para generar riqueza y empleo. Eso es todo».

Carlos Rubiera, edil de Cultura, criticó el lunes la falta de ayudas a la industria de la sidra en la presentación del certamen «La primera sidra del año». Para trasladar su denuncia se refirió a las ayudas recibidas por la minería contraponiéndolas a la situación de la sidra:

«De haber tenido una clase política más apegada a lo nuestro podríamos haber aprovechado en los ochenta la apertura al mercado europeo con la sidra, pero hasta nos comieron terreno los vascos. Y se enterraron miles de millones en mantener pozos abiertos que había que cerrar», proclamó Rubiera, que argumentó que «salía más barato tener a los mineros prejubilados en sus casas que trabajando». Además, expresó que las ayudas al sector sirvieron para «mantener un tinglado político-sindical» en torno a la minería.