El cese de la producción de motocicletas de Suzuki en Gijón no sólo enviará a las listas del paro a 170 trabajadores de la factoría. Varios centenares más de empresas auxiliares y proveedores de diversos puntos de España los seguirán, según estimaciones sindicales. La reducción de plantilla es la medida que va a tomar la mayoría de estas empresas auxiliares. En algún caso también habrá cierres.

Eso es lo que ocurrirá hoy con una de las compañías auxiliares de Suzuki en Gijón, una empresa especializada en la fabricación de pegatinas y adhesivos cuyo principal cliente era la factoría de Porceyo de la multinacional japonesa. Esta empresa tiene fijado su último día de actividad para hoy, al igual que la fábrica de Suzuki. Se trata del primer cierre derivado del fin de la fabricación de motos en Gijón.

Otras empresas y talleres gijoneses también verán mermadas sustancialmente sus cuentas de resultados con el final de la fabricación de motocicletas en Proyecto. Desde la imprenta en la que se hacían los manuales de las motocicletas hasta los talleres que suministraban piezas de metal o de plástico para las motos que se hacían en Gijón.

Algunas de estas empresas ya experimentaron reducciones de plantilla a lo largo de los últimos años, derivadas del descenso de producción de motocicletas en Gijón, cuyo declive comenzó en el año 2008.

Este paulatino declive de la industria de las dos ruedas en Gijón también provocó un descenso en el número de empresas auxiliares de Gijón, algunas de las cuales fueron sustituidas por proveedores de otros puntos de España o del extranjero. Ése fue el caso de el centro especial de empleo de Apta, que durante años fabricó el cableado para las motocicletas de Porceyo. Tras la decisión de Suzuki de sustituir a Apta por un proveedor de Vietnam, el centro especial de empleo experimentó su propia crisis, que acabó el año pasado desembocando en un ERE. Otras industrias gijonesas que tradicionalmente habían realizado piezas para las motos o la cadena de montaje de Suzuki también fueron perdiendo esos contratos en los últimos años.

En los últimos tiempos, sólo quedaba media docena de talleres gijoneses que proporcionaban suministros a Suzuki, que en algunos de los casos era su fuente principal de facturación, como en el de la empresa de pegatinas que ahora echa el cierre al mismo tiempo que la factoría de la multinacional japonesa.

«Ocurrió como con Tabacalera: durante años se habló de proyectos y, al final, en los dos casos acabaron marchando»

<Jesús Álvarez >

Ex trabajador de Suzuki