Gijón acogerá a partir del 6 de julio la decimosexta edición del Festival de Música Antigua dirigido por Aarón Zapico. Un festival que vuelve a su cita anual con el objetivo de «llamar a nuevos públicos». «En esta época en la que todo parecen ataques a las artes, la cultura tiene que acercarse a todos», señalaba ayer durante la presentación del evento el propio Zapico, resaltando la celebración este año de dos conciertos para «colectivos desfavorecidos» que han sido organizados por el psicoterapeuta Patxi del Campo. A esta iniciativa solidaria hay que añadir el convenido que el festival tiene firmado con la Organización Nacional de Ciegos (ONCE), que permite la asistencia de los invidentes a varios recitales.

«Este año tenemos el placer de contar con músicos de aquí como el coro León de Oro y con la presencia de dos miembros de la Real Cámara que impartirán varios cursos», relataba ayer, por su parte, el representante del Taller de Músicos Eduardo García Salueña. El Festival de Música Antigua cuenta este año con una menor financiación que el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón, Carlos Rubiera, enmarcó ayer dentro de los recortes en el presupuesto municipal: «Es cierto que los organizadores han sabido aprovechar los recursos para hacer más con menos pero siempre hemos querido apoyar esta iniciativa que busca acercarse a más públicos y que apuesta por la formación en estrecha colaboración con el Teatro Jovellanos», reflexionaba el edil. Los actos se complementarán con una exposición que se podrá ver desde el 25 de junio en el Antiguo Instituto bajo el título «Mediterráneo Sonoro, cuna de nuestra música».