El fiscal de Menores de Asturias, Jorge Fernández Caldevilla, mostró ayer su respaldo a la ordenanza del «botellón», normativa que restringe esta práctica habitual entre los jóvenes y que ha sido contestada por los partidos de izquierdas y sus juventudes.

Durante la celebración, organizada en Gijón por Proyecto Hombre, de la Jornada Mundial de la Lucha Contra las Drogas, Caldevilla opinó que «la ordenanza del Ayuntamiento de Gijón para la prevención del "botellón", en los menores sobre todo, me parece una normativa muy adecuada, porque deben tomarse las medidas para prevenir el consumo a edades muy tempranas», que son las de mayor riesgo en el consumo de alcohol.

El fiscal también valoró positivamente la iniciativa del Principado para elevar de 16 a 18 la edad mínima para el consumo de alcohol, equiparando así a Asturias con el resto de comunidades españolas, «pero sobre todo lo más alarmante es el consumo que se produce a edades muy tempranas. Los casos más alarmantes que vemos de intoxicaciones etílicas, que llegan hasta el coma, suelen ser de chicos y chicas que empiezan a beber a los 14 o los 15 años, o incluso menos, con 13 o 12 años, que precisan con bastante frecuencia la intervención por parte de las fuerzas del orden para llevarlos al centro de salud para que sean atendidos», explicó. Ante esa situación, toda la normativa para revenir ese riesgo «me parece adecuada», concluyó.

Por su parte, tanto el presidente de Proyecto Hombre Asturias, Luis Manuel Fernández, «Floro», como el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, declinaron valorar la ordenanza del «botellón», dado que no conocen el texto en profundidad. «Floro», no obstante, apuntó que «cualquier normativa debe ir acompañada siempre de medidas educativas y dotar de herramientas a las familias para que afronten el problema».

En cuanto al aumento de la edad mínima para el consumo de alcohol, que pasará de 16 a 18 años con la futura ley autonómica de drogodependencias, Faustino Blanco consideró que se trata de una cuestión «lateral» y no «nuclear» de esa norma.

El incremento en la edad legal puede tener efectos en la reducción de accidentes de tráfico, dado que el Principado ha detectado que los menores de edad que consumen alcohol son más propensos a ese tipo de siniestros. Sin embargo, en lo que respecta a la prevención del consumo, el Consejero considera que la edad legal es algo con importancia relativa, dado que «es un tema que no lo resuelve la legislación, sino las iniciativas de educación, de formación y de prevención en aproximación al consumo de drogas, en este caso del alcohol». El Consejero censuró el «ruido que está produciendo en la sociedad la opinión política interesada» sobre la edad mínima de consumo.