«Hacer una ciudad inteligente significa empezar a conectar saberes». Los responsables de planificación de la ciudad de Medellín, en México, se propusieron a finales de 2011, con ayuda de Fundación CTIC, aprovechar las herramientas tecnológicas para empezar a resolver los problemas de la ciudadanía desde una perspectiva global. Con la misma visión se plantean ahora los responsables del centro tecnológico la estrategia de «smart city» para la ciudad de Quito. El centro asturiano, con sede en Gijón, volverá a participar de un plan que tiene como objetivo emplear la urbe como laboratorio de innovación social. En la capital ecuatoriana los responsables de CTIC brindarán su experiencia en este ámbito para que la Administración pública pueda iniciar la expansión de su estrategia «smart city».

Las denominadas ciudades inteligentes tienen como base el aprovechamiento de datos públicos («open data» en su denominación anglosajona). El director de CTIC, Pablo Priesca, mencionó durante la presentación del congreso «SmartMile», que se celebrará el próximo mes de diciembre en Gijón, que el centro tecnológico se encuentra en este momento en negociaciones con otras ciudades para repetir la misma estrategia. Y en Asturias, subrayó, «existe una muy alta sensibilidad por parte de los tres grandes ayuntamientos (Gijón, Avilés y Oviedo), que están dándole vueltas para desarrollar sus propios planes como ciudad inteligente». A este respecto, Priesca especificó que una «smart city» implica la colaboración de la parte pública, pero también una apuesta tecnológica para lograr que las inversiones se dirijan a «dotar de inteligencia a los entornos urbanos».

«Las ciudades que apuestan por esta estrategia son las que dedican también mayores fondos en este sentido», agregó el director de CTIC. Los puntos comunes en los grandes espacios urbanos que aspiran a ser «smart city» son, en esencia, la eficiencia energética, logística, movilidad y redes inteligentes para ofrecer servicios innovadores que sean también sostenibles.

En esta línea, la ciudad de Gijón se encuentra volcada en la carrera para lograr este objetivo junto con otras capitales españolas que forman parte de la red nacional de «smart cities», en la que se incluyen ya Alcobendas, Elche y Marbella, entre otras ciudades. En lo relativo a medio ambiente, infraestructuras y habitabilidad, se estipulan como líneas de acción preferentes para los municipios que forman parte de esta red la gestión eficiente del ciclo del agua, la gestión de residuos, la gestión de zonas verdes y la obtención de unos buenos indicadores de eficiencia y calidad urbana.

En materia de energía se plantean como prioridades para las «smart cities» la necesidad de regular el suministro, el alumbrado o avanzar en la búsqueda de la eficiencia energética.