«Una foto para la historia». De esta manera definía ayer Paulino García, secretario de la Asociación de Vecinos «Gigia» de Cimadevilla, el dispositivo que la Policía Local desplegó este fin de semana en su barrio para garantizar el cumplimiento de la ordenanza que prohíbe la práctica del «botellón». Paulino García tachó lo sucedido en la plaza de Arturo Arias de «exageración». No fue la suya una opinión aislada. Los representantes políticos de los grupos de la derecha en el Ayuntamiento de Gijón -Foro Asturias desde el gobierno y el Partido Popular en la oposición- fueron los únicos que ayer defendieron la forma elegida para aplicar la normativa, que volvía a las calles tras el «parón» permitido por el gobierno local en la Semana Grande. Las críticas llegaron, incluso, desde las filas de las Nuevas Generaciones del Partido Popular.

«La ordenanza ha permitido un equilibro entre la gente que quería disfrutar del ocio y quienes querían descansar. En la nueva regulación se recoge que cuando hay molestias y problemas la Policía puede intervenir y eso es lo que se ha hecho». Manuel Pecharromán, el portavoz de los populares en el Ayuntamiento, era el único -ante el silencio oficial del gobierno municipal- que defendía el despliegue policial que se vivió el viernes en el barrio alto y que se volvió a ver ayer. El máximo representante del Grupo municipal Popular aseguraba que «la Policía no molesta, a pesar de que hay quien se ha quejado por la desproporción en el número de agentes». La opinión del portavoz del partido que ayudó al gobierno a que saliera adelante la actual ordenanza cívica no es compartida por casi nadie. Hosteleros, vecinos y hasta los representantes de las propias juventudes del PP discrepan en la forma con la que se intenta este fin de semana frenar el «botellón» en Cimadevilla.

«Siempre fuimos contrarios a la prohibición del "botellón"», argumentaba ayer David Medina, presidente de Nuevas Generaciones. Aunque este joven reconoce que «desde hace 20 años hay un problema con el ocio nocturno que se ha implantado en Gijón con abusos y demasiada permisividad en todos los aspectos, creemos que la prohibición es absurda y que hay que apostar por otro tipo de controles y por la educación. Foro ha vuelto a demostrar su tic más autoritario. Entendemos que haya control, pero vallar una plaza pública, cachear a gente por el simple hecho de andar de forma libre por una calle y desplegar a toda la Policía nos parece exagerado», aseguraba el líder juvenil argumentando, por una vez, de la misma forma que lo hacían desde las filas de Juventudes Socialistas. Silvia Coto, la representante de este colectivo incluido dentro del PSOE local, acusaba al Ayuntamiento de Gijón de llevar a cabo «una restricción del espacio público sin precedentes».

«Es una medida antidemocrática que puede sentar precedentes muy peligrosos. Jamás compartiremos medidas represivas o prohibicionistas como éstas, que generan alarma social y no aportan solución alguna», criticaba Coto haciendo hincapié en la necesidad de aumentar la prevención y en formar a los jóvenes en «ocio saludable». «La labor del gobierno de la ciudad debería ser la de mediar entre las partes afectadas por la situación», concluía la responsable de Juventudes Socialistas tachando de «incoherente» a Foro Asturias por «criminalizar a los jóvenes» mientras se potencia el récord de escanciado de sidra.

En la misma línea crítica se manifestaba la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento. Para Begoña Fernández, «el gobierno ha demostrado su incapacidad y sus maneras excesivas». La alcaldesa, Carmen Moriyón, se ha alejado, en palabras de la socialista, «de las formas propias de gobiernos democráticos con la ocupación policial de un barrio». Fernández lamentó «la imagen» que se dio ayer de la ciudad. «Menos entendible es que mientras la norma se aplicaba bajo la amenaza de graves medidas coercitivas en Cimadevilla en el resto de la ciudad las manifestaciones de "botellón" se produjeran sin limitación. Los jóvenes no son el problema, sino la solución», argumentaba la edil insistiendo en la necesidad de abrir un «diálogo».

Desde Izquierda Unida el coordinador local de esta organización, Marcos Muñiz, cargaba ayer contra la «absoluta incapacidad» del gobierno de Foro «para gestionar el ocio nocturno». Muñiz describió el despliegue policial como un «estado de sitio donde se limitaron derechos ciudadanos como el libre disfrute del espacio público». El coordinador de IU hizo referencia, además, a las declaraciones de Carlos Rubiera en las que definía la sidra como una bebida «inocua», para apuntar que «precisamente esa sidra inocua es lo que bebía la mayoría de la gente que disfrutaba hasta ayer de su ocio en la plaza Arturo Arias». Desde las juventudes de este partido su responsable, Íñigo Urresti, puntualizaba que «hasta los propios vecinos vieron lo sucedido como exagerado». Una afirmación que refrendaba el propio Paulino García. «Tenemos que reunirnos y hablar, porque esto tampoco es solución. No hacía falta tanto, fue demasiado y no gustó a nadie», concluía el responsable de la Asociación «Gigia».

La petición de diálogo llegaba también desde la Plataforma SOS Cimadevilla. Quienes llevan tiempo pidiendo una solución para el barrio alto felicitaron ayer de forma irónica al Ayuntamiento «por aplicar su propia ordenanza 84 días después de su promulgación», tachando de «desproporcionado» el despliegue policial y calificándolo como un «acto mediático de exhibición de fuerza». «Este dispositivo tiene un mantenimiento inviable en el tiempo», concluían los vecinos alegrándose «de que no hubiera enfrentamientos durante el despliegue».

«Foro ha demostrado su incapacidad para gestionar el ocio nocturno de la ciudad»

<Marcos Muñiz >

Coordinador de IU de Gijón

«Ha habido equilibrio entre quienes disfrutaban del ocio y quienes descansaban»

<Manuel Pecharromán >

Portavoz del PP de Gijón

«El gobierno se ha alejado de las formas democráticas con la ocupación de un barrio»

<Begoña Fernández >

Portavoz del PSOE de Gijón

«Tendrían que decretar un toque de queda; saldría mucho más barato»

<Javier Suárez >

Presidente del Conseyu