L. PALACIOS

Las actuaciones en materia de movilidad «son claramente insuficientes, se puede hacer bastante más de lo que se ha hecho». Por eso, el colectivo Asturies con Bici organizó para ayer, «Día europeo sin coches», una «bicimanifestación» reivindicativa del uso de medios de transporte no contaminantes. «La bici es el ideal, pero en Gijón queda mucho por hacer», señalaba antes de la marcha Eduardo Fernández, vicepresidente del colectivo.

Porque, tras la creación del carril bici de El Muro, «ha habido un parón en las actuaciones», denuncia Fernández. Y a ello se suma que el carril «está mal ejecutado e inacabado». Por ello, los manifestantes exigieron ayer en la plaza Mayor «una mayor seriedad al equipo de gobierno municipal y una mayor voluntad política entre los grupos políticos para desarrollar actuaciones de carácter integral en el ámbito de la movilidad ciclista».

Los integrantes de Asturies con Bici entienden que no se puede crear un plan de movilidad «con propuestas absurdas promovidas por gente que no se mueve a menudo en bicicleta», y que no contempla la creación de una oficina municipal de movilidad.

Tal y como apuntaba ayer Eduardo Fernández, «demandamos una oficina que dependa de un técnico, con órganos colegiados de participación ciudadana involucrados en la movilidad, con recursos suficientes y con funciones de gestión, de coordinación y de seguimiento de las medidas aprobadas en el plan».

Apenas 200 ciclistas participaron en la marcha reivindicativa, que cubrió una distancia de 10 kilómetros con un recorrido circular por la ciudad, con salida y llegada en la plaza Mayor. Unas cifras muy inferiores a las del año pasado, en el que se registró la participación de un millar de ciclistas, y que empujan a Asturies con Bici a reclamar «que se celebre la Semana Europea de la Movilidad desde el rigor y la seriedad, para dar continuidad a un trabajo previamente realizado, con un debate previo entre el Ayuntamiento y las entidades ciudadanas involucradas y con objetivos claros y medidas coherentes». Mientras tanto, «la Semana de la Movilidad se está utilizando como un lavado de cara en lugar de ser un espacio de encuentro y reflexión para un mejor modelo de ciudad», subrayaron los manifestantes antes de emprender la marcha.