Sonriente, cercana y con ganas de conocer en detalle el funcionamiento del centro. La Infanta Elena visitó ayer en Colegio Público de Educación Especial de Castiello para supervisar el funcionamiento de un programa deportivo impulsado por la Fundación Mapfre, entidad en la que ella ejerce como directora de Proyectos Sociales y Culturales. Y aprovechando su presencia en el colegio, se interesó por su día a día y departió un buen rato con los alumnos, justo antes de que partieran de vuelta a sus casas tras la jornada escolar.

La Infanta llegó a Gijón pasadas las tres y media de la tarde, acompañada por la alcaldesa, Carmen Moriyón, el primer teniente de alcalde, Rafael Felgueroso, Javier Soto, Director General Territorial de Mapfre Noroeste, y Fernando Garrido, director general del Instituto de Acción Social de Fundación Mapfre. Descendió de un taxi y con la naturalidad que la caracteriza, no dudó en saludar con la mano a alguno de los alumnos que, apostados tras las verjas del patio, le lanzaron piropos. "¡Guapa!", se oyó entre el grupo de estudiantes, deseosos de conocer de cerca a un miembro de la Familia Real.

Acto seguido saludó al personal educativo, y por espacio de más de una hora, Elena de Borbón pudo conocer de primera mano el funcionamiento del colegio y de las actividades que en él se desarrollan, con con un total de 129 alumnos de edades comprendidas entre los 3 y los 21 años, como indicó la directora del colegio, Ana Vizoso.

Entre las alternativas que se ofrecen a los niños y jóvenes con discapacidad figura desde el pasado mes de abril la Escuela Deportiva de la Fundación Mapfre, un proyecto que ya se desarrollaba en varios centros de Oviedo y que ahora también beneficia a los estudiantes del colegio gijonés. La Infanta Elena quiso supervisar el funcionamiento del grupo de trabajo, como explicó Fernando Garrido al término de la visita. Así, se interesó por los dos grupos de ocho alumnos cada uno que de forma periódica, con dos horas de ejercicios cada semana, pueden disfrutar del deporte "como cualquier otro usuario", apuntó Fernando Azurmendi, quien fuera preparador físico del piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso y uno de los responsables de la escuela deportiva.

"El objetivo es alcanzar la integración a través de la actividad física", indicó, porque además de los ejercicios adaptados a la discapacidad, también se procura integrar a los alumnos con el resto de niños que hacen deporte de forma regular. Entre los participantes, además, se crean pequeños grupos de alumnos en mejor estado físico que se encargan de ayudar a los que tienen más dificultades a la hora de realizar un ejercicio. Una estrategia para lograr "una mayor integración y un mayor nivel de compromiso".

Mapfre pone a disposición de los 14 centros educativos de toda España en los que desarrolla la escuela los monitores y el material específico, y "en todos los colegios a los que vamos nos acogen con las puertas abiertas", confesó Azurmendi tras realizar un recorrido por las instalaciones gijonesas.

La impresión que se ha llevado la Infanta del trabajo en el colegio gijonés ha sido "muy buena" y "muy emotiva", indicaron los responsables de la Fundación, porque ella no realizó ninguna declaración. Sólo posó sonriente y se marchó, de nuevo en el taxi, rumbo al aeropuerto para regresar a Madrid.