El plan de ajuste que está llevando a cabo la Universidad de Oviedo en algunos de sus centros y que en Gijón ha tenido como hecho más reciente el cierre de la biblioteca del edificio polivalente de la Politécnica se extenderá a otros campus del Principado. La vicerrectora de Investigación y Campus de Excelencia Internacional, Paz Suárez Rendueles, explicó durante la primera jornada de encierro de los alumnos en la biblioteca que la clausura de estas instalaciones es un asunto previsto no solo en Gijón sino en otros tres campus de la Universidad de Oviedo. Por eso, tanto alumnos como docentes coinciden que al tratarse de un asunto de carácter global "sería deseable" que se abordara en una de las reuniones del consejo de gobierno de la institución académica, con representación de todos los colectivos, para que estos pudieran conocer de primera mano los planes del Rectorado. En el caso de Gijón, los alumnos encerrados desde el pasado viernes en la biblioteca abrieron ayer las instalaciones para que pudieran hacer uso de las mismas los alumnos que así lo precisaran, aunque aseguran que el grupo que está realizando turnos de encierro continuará con sus acciones reivindicativas. "Seguimos con fuerzas para defender nuestra biblioteca", anuncian, a la espera de la reunión de mañana, miércoles, con la vicerrectora.

Otra de las posibilidades que se apuntaron ayer, coincidiendo con el cuarto día de encierro, es lograr que se mantenga el servicio de biblioteca en el edificio polivalente mediante algún sistema de patrocinio o apoyo por parte del Ayuntamiento de Gijón. Los encerrados recuerdan asimismo la elevada distancia que existe hasta la biblioteca central de Tecnología y Empresa, situada en el Aulario Norte, así como el gran número de usuarios afectados por esta decisión del vicerrectorado, pese a tratarse de "una herramienta fundamental en la formación de nuestros alumnos", apuntan, por su parte, desde la Politécnica, antes de sugerir la posibilidad de asignar una persona de la biblioteca para asesoramiento del alumnado desde el momento de su primera matrícula en la Universidad. Los estudiantes, entre tanto, exigen "que los libros vuelvan a su lugar y se restituya al personal encargado" de la sala.