"Estamos contra los grados sin atribuciones". El presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (COGITI), José Antonio Galdón, quiso salir al paso de la polémica surgida en los últimos días a raíz del título de Tecnologías Industriales, cuestionado por su carácter de "grado blanco", en aquellas universidades donde no otorga atribuciones profesionales y para obtenerlas es necesario cursar un máster posterior de carácter generalista. La crítica de los ingenieros técnicos se dirige hacia la "confusión" que genera la convivencia de grados con y sin atribuciones, sin que se informe de ello a los alumnos, se quejó Galdón. Por ello, desde el Consejo General de la Ingeniería Técnica reclaman, como ya trasladaron al Ministerio de Educación en su momento, que se aclare esta situación. Sin tratar de restar autonomía a las universidades, el problema es que "el título hoy no te define profesionalmente", advierten, al tiempo que abogan por un sistema de acreditaciones que evite la confusión actual ante la sociedad, los empleadores y los clientes. "A los alumnos les recomendaría que estudien un grado de cuatro años con atribuciones profesionales. Si quieren un máster después, que lo hagan. Lo que queremos es que los chavales sepan para qué les sirve el grado y si tienen que hacer seis años o cuatro", argumenta Galdón. El presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial cita como ejemplo de la confusión actual la coexistencia de un mismo título de ingeniería de la energía que en varias universidades no dispone atribuciones, en otras da acceso a la profesión de ingeniero energético y en otras, a la de ingeniero técnico de minas.

Para Galdón, mantener dos niveles en la profesión (ingeniero e ingeniero técnico) resulta "arcaico y denostado" y añade que el grado de Tecnologías Industriales sin atribuciones "no tiene sentido nunca" porque el alumno se inicia en una formación más generalista (menos especialista) para cursos después unos estudios de máster, también generalistas. "No dudo de calidad de los estudios, de hecho los titulados de la Politécnica de Gijón están muy valorados; es el centro que mejores ingenieros ha dado a este país", continúa Galdón. Su foco se encuentra ahora en promover una campaña informativa para que los alumnos "sepan qué titulación elegir".

Con la nueva Ley de Servicios Profesionales, recuerda Galdón, se resolvería este conflicto y "nuestros ingenieros serán ingenieros en todo el mundo". El presidente del COGITI insiste en que la titulación de referencia para ejercer en todas partes es el grado con atribuciones, no el máster, y lamenta el "fuerte corporativismo" que existe en España en torno a los colegios de ingenieros, un atraso, a su juicio, "que nos pone a la cola en competitividad" porque "aquí hay que estudiar 6 años para ser ingeniero y en otros países, 4".

Entre los colegiados la sensación es que la actual indefinición del sistema universitario español hace que en cada región "se funcione de una manera" y que, por tanto, no exista unanimidad a la hora de unificar los títulos como se pretendía con la adaptación al Espacio Europeo de la Educación Superior.