La comisión de seguimiento del Observatorio de la Violencia de Género de Asturias reclamó ayer, tras una reunión extraordinaria celebrada en Oviedo, que se endurezcan las medidas contra los maltratadores que incumplen órdenes de alejamiento de sus ex parejas. Este organismo, presidido por la directora general del Instituto Asturiano de la Mujer Carmen Sanjurjo, trasladará al observatorio estatal especializado en violencia de género una propuesta para que en caso de quebrantamiento de condenas o de medidas cautelares las penas por estos delitos no puedan ser sustituidas por trabajos en beneficio de la comunidad. Con esta iniciativa desde el Principado pretenden frenar casos como el que tuvo lugar en la madrugada del pasado viernes, cuando un hombre con antecedentes por malos tratos prendió fuego al piso de su expareja con la mujer y dos menores dentro del inmueble.

Desde el Observatorio se solicita además que se atribuya a los juzgados de Violencia sobre la Mujer "la competencia necesaria para conocer de los posibles quebrantamientos de condena o medidas cautelares impuestas". Un juzgado de este tipo fue el que el pasado viernes envió a prisión al acusado de quemar el piso de su ex en la calle Alonso de Ojeda. El reo contaba con tres antecedentes por violencia de género y desde el 29 de noviembre del año pasado tenía vigente una orden de alejamiento que le impedía acercarse a la que durante cinco años había sido su pareja, una orden que había incumplido varias veces.

La víctima en este caso declaró el lunes ante el juzgado. La gijonesa ratificó su denuncia negando que en los últimos meses hubiera compartido vivienda con el denunciado, La juez recibirá en los próximos días el informe de la Policía Científica en el que se analicen las pruebas.

"Cuando llegó por la tarde ya vi que estaba bebido y tenía ganas de buscar problemas. Me quitó las llaves y el móvil para que no llamara a la Policía", relató la gijonesa en declaraciones a este periódico poco después de la detención de su expareja. El acusado, José Andrés B. M., volvió al domicilio por la noche. Al comprobar que la denunciante había cambiado su cerradura amenazó con quemar el edificio. Y cumplió su amenaza. Los servicios de emergencias tuvieron que atender a la mujer y a dos de sus hijos: uno de 14 años fruto de una relación anterior y el niño de 2 años que es hijo del detenido. En el piso no se encontraba el segundo hijo de la pareja, un bebé que estaba en casa de sus abuelos.

Las peticiones

Contexto

Un mierense fue detenido la semana pasada en Gijón por quemar el piso de su exmujer, con la que tenía una orden de alejamiento.

Propuestas

1. Atribuir a los juzgados de Violencia sobre la Mujer o de primera instancia e instrucción competentes en la materia la competencia necesaria para conocer los posibles quebrantamientos de condena.

2. Que en caso de quebrantamiento no quepa la posibilidad de sustituir la pena privativa de libertad por trabajos en beneficio de la comunidad.