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Alumnos con beca de comedor quedan sin plaza por la falta de espacio en los colegios

La Fundación de Servicios Sociales, que subvenciona a 1.700 escolares, ve limitadas sus posibilidades de ayuda sobre todo en colegios de áreas rurales

Niños en un comedor de un colegio gijonés, en una imagen de archivo. Marcos León

La falta de espacio en los comedores escolares está complicando la atención a todos los alumnos con derecho a este servicio. Especialmente, desde que la Fundación Municipal de Servicios Sociales aumentara el número de becas de comedor como fórmula para garantizar una comida equilibrada al día para niños de muchas familias en apuros económicos.

Una dinámica que se inició cuando los estragos de la crisis se hicieron más evidentes entre un número cada vez más elevado de gijoneses, y que llevó a finales del año pasado a plantear una modificación presupuestaria para incrementar la cantidad dedicada a las becas de comedor. La Fundación Municipal de Servicios Sociales aumentó de esta manera la partida en 83.000 euros, hasta llegar a los 1,2 millones de euros para estas ayudas. En la actualidad, hay más de 1.700 escolares que reciben esta beca, que está dirigida a los alumnos de segunda etapa de Educación Infantil y Educación Primaria.

La Fundación está realizando estos días el recuento de las solicitudes para el próximo curso, que según indican fuentes de Bienestar Social, rondarán las cifras del año pasado con la misma filosofía de los años precedentes: favorecer la integración laboral de los progenitores apoyando a la unidad familiar en los periodos de tiempo en el que desarrollan su actividad laboral y que por escasez de recursos económicos no puedan hacer frente al coste del servicio, así como una medida de apoyo familiar para aquellos menores con carencias en la atención que implique desprotección.

Con ello algunos colegios, como en el caso de los de concentración, que reciben a numeroso alumnado de la zona rural, se verán este año de nuevo en apuros para cubrir toda la demanda. Es el caso del colegio Alfonso Camín de Roces, que el curso pasado tuvo que dejar fuera a cinco alumnos del comedor, como señalan desde Bienestar Social. En la actualidad, el colegio tiene más demanda que capacidad -con 256 plazas-, y en los próximos días y en función del número de solicitudes que reciban, decidirán si implantan un segundo turno para que todos los niños con derecho a ello puedan comer en el centro. La directora del colegio, María Jesús Tronco, señala también que el Alfonso Camín aplica los criterios del consejo escolar a la hora de dar cobertura a las necesidades.

Así, tienen garantizado el servicio los escolares de las zonas rurales, los que tienen beca, las familias monoparentales y aquellas en las que trabajan los dos progenitores. Sí podrían quedarse fuera los escolares para los que el servicio de comedor es un complemento, aunque también pueden ir incorporándose con el discurrir del curso, cuando vayan quedando vacantes y se puedan reajustar las plazas. A falta de una intervención por parte de la Consejería de Educación para ampliar el colegio, uno de los que más ha crecido en los últimos años por los desarrollos urbanísticos en su entorno, el segundo turno de comedor podría ser una opción.

La Fundación Municipal de Servicios Sociales espera, por su parte, alcanzar una solución para que todos los alumnos becados puedan tener plaza en los comedores escolares.

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