"La lengua franca del futuro no será ni el inglés ni el chino sino el código de programación y la robótica". Ezequiel Triviño, emprendedor que acaba de poner en marcha junto a Manuela González Arias una empresa, con oficinas en Gijón y San Francisco, para formar a los niños entre 8 y 11 años en el manejo de las nuevas tecnologías, está convencido de que el mayor fracaso del siglo XXI es ser un "analfabeto tecnológico". Su iniciativa está orientada a generar un impacto positivo en la sociedad a través de la tecnología, una disciplina que, a su juicio, empapa todos los ámbitos de la vida cotidiana. "Si quieres ser bioquímico vas a necesitar la tecnología pero si quieres ser bombero, también", subraya este emprendedor, procedente del mundo del marketing y recién desembarcado en Gijón. "Todo surgió a partir de una cena la Navidad pasada con mis profesores de Stanford", subraya.

La "start-up", Shannon Code and Play, tiene en marcha para este verano un campamento infantil en Deva ligado a la robótica. El siguiente paso serán seminarios, actividades extraescolares y clubs. Para esta primera etapa buscan a recién titulados o alumnos en la recta final de los estudios de ingeniería, dispuestos a colaborar en el proyecto. "Hace 30 años Facebook era imposible pero las barreras de acceso para emprender han bajado mucho", subraya Triviño en su intento por hacer llegar a la población la importancia de las TIC. "Queremos mover la capacidad innata de los chavales de entender la tecnología y que puedan ser creativos", concluye este emprendedor.