"Nos interesa la hibridación, crear nuestras propias mitologías y personajes". Es una de las explicaciones que ofrecen Beatriz Coto y Santiago Lara, reunidos en Laramascoto, para explicar algunas de las líneas de fuerza de "Animalium: la pesadilla de Narciso", que inauguraron ayer en el Centro Antiguo Instituto. Esta instalación amplía y completa la que mostraron el pasado febrero, de la mano de Espacio Líquido, en la última edición de la feria ARCO.

La pantalla de un televisor que distorsiona nuestra imagen en una malla 3 D, un mural, una proyección y ocho estatuillas en arcilla que componen una rara zoología, configuran la trama de una instalación interactiva que nace no sólo del gusto de estos artistas por los híbridos, sino también de la convicción de que el mito de Narciso -lo que supone- es de una notable inconsistencia: "Estamos en contra de la idea de pureza ligada a lo humano".

Laramascoto propone, en realidad, una variación de lo que han sabido siempre las personas más atentas. Su particular bestiario podría enlazar directamente con las imágenes fantásticas de ciertas colecciones medievales, aunque han preferido referir sus inquietantes invenciones a la "Historiae Animalium", publicada por Conrad Gesner en el siglo XVI.