La propuesta de intervención artística que defienden Olga Muñiz y Tamara Ortega para El Museal no es la primera que se hará en un puerto asturiano. El pintor y escultor vasco Agustín Ibarrola (Basauri, 1930) empezó a pintar en 2001 "Los cubos de la memoria" en la escollera del puerto marítimo de Llanes, una actuación de gran potencia plástica que ha sido elogiada (también cuestionada por algún sector con vocación de defensa del medioambiente) por su belleza.
Ibarrola, admirado asimismo por sus intervenciones en el bosque de Oma (es, quizás, su obra más conocida), cerca de Guernica, trasladó a los bloques de hormigón de la escollera llanisca un poderoso mundo simbólico en el que confluyen elementos de la propia memoria del artista, junto con otros que están relacionados con la historia del arte o con las características del territorio en el que está esa obra.
Es una intervención importante, espectacular en muchos aspectos, que ha hecho de LLanes una referencia artística. "Los cubos de la memoria" son un foco de atracción turística y llamó la atención de importantes medios internacionales, tanto de información general como especializada. El artista vasco contó con la colaboración de jóvenes artistas llaniscos para una obra de ejecución difícil.
