Tenneco explicó ayer a los mayores de 55 años de su plantilla de Gijón el plan de prejubilación que ofertan en un principio y que está todavía supeditado al devenir de las negociaciones entre la firma y el comité para la reapertura y viabilidad de la fábrica. De ello se encargó José María González, de Previgest, sociedad contratada por la multinacional para el diseño y gestión de las prejubilaciones. "Estamos hablando de planes bastante coherentes; sin caída de ingresos a la hora de la jubilación", explicó González.

Pese a que la intención inicial de Tenneco es prejubilar a los mayores de 55 años, y de hecho se convocó para la reunión a sus empleados a partir de esa edad, en el ejemplo práctico de la explicación se centraron en el caso de un empleado de 58 años. Se da la circunstancia de que para los mayores de 58 años plantean una prejubilación conservando el 80% de su sueldo anual neto; y para los mayores de 55, sólo el 70%; algo que pasaron por alto ayer. En cualquier caso, desde el comité recordaron en la misma reunión, celebrada en el centro municipal Gijón Sur, que "la asamblea por el momento sólo plantea prejubilaciones de 58 en adelante; y aquí estamos sólo para escuchar".

En caso de que las prejubilaciones afectasen finalmente a mayores de 55 años, un total de 81 trabajadores terminarían su relación laboral con la multinacional. Cobrarían el paro durante dos años (o el tiempo al que tenga derecho cada uno) más un complemento hasta el 70 u 80 % de su sueldo que le abonaría una aseguradora, con la que firmarán la póliza de prejubilación. Una vez finalizado el derecho a paro, la aseguradora pagaría la cantidad íntegra.

El ejemplo práctico que expuso la firma ayer se refería a un empleado de 58 años que, una vez prejubilado, recibiría al año doce pagas netas de unos 1.600 euros (el 80% de su sueldo) con una subida anual por el IPC de un 1%. Según los planes diseñados por Tenneco, la jubilación le llegaría a la mayoría de los empleados a los 63, "el momento idóneo dado que conservarían en torno a un 95% de la pensión máxima". En el caso práctico expuesto, el empleado, tras jubilarse a los 63 años, cobraría una cantidad equivalente a doce pagas de 1953 euros.

Aunque hubo reacciones dispares, entre los afectados que asistieron a la explicación hubo muchos que coincidían a la hora de señalar que "habría que rascarles un poco más" en la negociación. Además, son conscientes de que "todo está supeditado a que culminen las negociaciones sobre la fábrica y a la cantidad de gente que se quede en ella".